El director del diario dijo que si bien lo más fácil sería responsabilizar al crimen organizado, no debe descartarse un móvil político en la agresión.
(CEPET/IFEX) – Las instalaciones del diario «El Sur» en Acapulco, Guerrero, fueron atacadas a tiros la noche del 10 de noviembre de 2010 por un grupo de hombres armados que penetraron hasta la redacción de este medio, donde también abrieron fuego. Pese a los daños materiales que ocasionó la agresión, ningún integrante del equipo del periódico resultó lesionado.
De acuerdo con el personal del periódico, los hechos se registraron aproximadamente a las 22:30 horas cuando varios pistoleros a bordo de dos camionetas que se estacionaron frente a las oficinas del diario, ubicadas en la calle Vasco Núñez de Balboa, bajaron y dispararon contra la fachada y el cabezal de «El Sur», lo que originó que editores, correctores de estilo, diseñadores y auxiliares de redacción y de publicidad, que cerraban la edición del 11 de noviembre, corrieran a refugiarse en otras áreas.
Los agresores entraron hasta la redacción del periódico donde realizaron varios disparos que impactaron paredes, techos, ventanas y escritorios, y rociaron gasolina con la intención de prender fuego a la sala, lo cual no consiguieron. De acuerdo con informes preliminares, en el vestíbulo de acceso y en la redacción se encontraron casquillos percutidos de armas .40, .45 y .9 milímetros, mientras que en el exterior fueron hallados casquillos calibre .762 de rifle AK-47. En su huida, los responsables dejaron en la calle una segunda garrafa llena de gasolina.
En entrevista radiofónica el director de «El Sur», Juan Angulo, dijo que si bien lo más fácil sería responsabilizar al crimen organizado, no debe descartarse un móvil político en la agresión, pues el diario ha tenido fuertes desencuentros con el gobernador Zeferino Torreblanca (quien lo ha descalificado en lo personal. Consideró el incidente un acto de intimidación, pues los responsables del tiroteo actuaron en silencio, no profirieron ninguna palabra ni dejaron mensaje alguno.
«El gobernador ha tenido una actitud muy hostil hacia el periódico. . . No estoy formulando una acusación, pero no quisiéramos que se quede la idea nada más de que se trata de un ataque en el contexto de la violencia del crimen organizado. No hemos tenido ninguna amenaza, hemos sido muy cuidadosos en el manejo de la información relativa a esos asuntos; no hemos tomado en ningún momento partido en los conflictos que hay en ese terreno», explicó Angulo.
Tras las llamadas de emergencia del personal de «El Sur», acudieron al lugar elementos de las policías municipal, estatal y federal. Las primeras indagatorias quedaron a cargo de la fiscalía regional de la Procuraduría General de Justicia en Acapulco. En su editorial del 11 de noviembre, el periódico exigió a las instancias oficiales una investigación puntual y transparente, que no deje duda acerca de las intenciones que tuvo el episodio violento, y consideró obligación y responsabilidad de las autoridades estatales tomar medidas «suficientes, claras y oportunas que garanticen el libre ejercicio del periodismo en Guerrero y la vida de los periodistas».