(IPYS/IFEX) – El 16 de noviembre de 2006, personal del Instituto Nacional Penitenciario del Perú (INPE), descubrió un plan para acabar con la vida de uno de los involucrados en el crimen del periodista Alberto Rivera Fernández, perpetrado en abril de 2004 en la ciudad de Pucallpa, al noreste del país. De acuerdo a la […]
(IPYS/IFEX) – El 16 de noviembre de 2006, personal del Instituto Nacional Penitenciario del Perú (INPE), descubrió un plan para acabar con la vida de uno de los involucrados en el crimen del periodista Alberto Rivera Fernández, perpetrado en abril de 2004 en la ciudad de Pucallpa, al noreste del país.
De acuerdo a la información publicada por el diario «El Comercio», Álex Panduro Ventura, testigo clave del homicidio, iba a ser asesinado en la cárcel de Pucallpa, donde permanece recluido. Se desconoce a los autores del plan.
Las autoridades penitenciarias trasladaron a Panduro al pabellón donde se encuentra otro de los vinculados en el crimen: Tercero Samuel Gonzáles. Gonzáles también es testigo en el juicio que se le sigue a los acusados por la autoría intelectual del asesinato: Luis Valdez Villacorta, alcalde de la provincia de Coronel Portillo, y al ex vocal Solio Ramírez Garay.
El 15 de noviembre, Panduro denunció a «El Comercio» que tanto el alcalde Valdez, como Ramírez Garay, tienen mucho que responder por el crimen.
Rivera fue asesinado con dos disparos el 21 de abril del 2004. Un día antes de su muerte denunció en su programa radial a Valdez de tener vínculos con el narcotráfico.