(FLIP/IFEX) – El 24 de noviembre de 2007, el general Óscar Naranjo, director de la Policía Nacional, acusó al periodista William Parra, colaborador del canal internacional Telesur, de hacerle creer a la opinión pública que la prueba de vida del capitán de la Policía Guillermo Solórzano, secuestrado por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias […]
(FLIP/IFEX) – El 24 de noviembre de 2007, el general Óscar Naranjo, director de la Policía Nacional, acusó al periodista William Parra, colaborador del canal internacional Telesur, de hacerle creer a la opinión pública que la prueba de vida del capitán de la Policía Guillermo Solórzano, secuestrado por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en junio de 2007, había sido fruto de la mediación del presidente de Venezuela Hugo Chávez y la senadora Piedad Córdoba. Adicionalmente, el general Naranjo acusó al periodista de presionar a la familia de Solórzano y lo exhortó a que explicara su relación con el grupo armado ilegal.
El periodista, Telesur y la propia familia del policía secuestrado desmintieron esa versión. Noemí Julio, madre de Solórzano, afirmó que »sólo tiene palabras de agradecimiento para William Parra».
Sobre el particular, la FLIP manifiesta, como lo ha reiterado en varias oportunidades, que este tipo de declaraciones oficiales constituye una estigmatización contra los periodistas. En este caso, insinuar que Parra tiene relaciones cercanas con la guerrilla de las FARC pone en riesgo su integridad personal y propicia un ambiente de zozobra para el periodista.
Resulta inaceptable que se señale a los periodistas como personas cercanas a grupos armados ilegales por el hecho de que éstos sean fuente de información periodística. En desarrollo de su labor, los periodistas tienen la potestad de consultar fuentes al margen de la ley. Si el Estado conoce de posibles delitos cometidos por periodistas, debe iniciar las investigaciones judiciales correspondientes sin caer en especulaciones.
En los últimos meses, integrantes del canal internacional Telesur han sido objeto de declaraciones estigmatizadoras, vetos periodísticos oficiales e intimidaciones. Además de obstruir el trabajo informativo, dichas declaraciones ocasionan riesgos para este equipo periodístico, que se incrementan de manera considerable en el contexto político actual.
Resulta de vital importancia que el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) y la Policía Nacional atiendan los requerimientos de Telesur-Colombia en materia de protección y seguridad. Sobre todo, resulta de vital importancia que las autoridades oficiales se abstengan de hacer declaraciones que aumenten el riesgo de los periodistas o instiguen un ataque contra éstos.