Ambos periodistas cubrieron el asesinato de su colega Nahúm Palacios Arteaga en la región del Aguán en marzo de 2010.
(CPJ/IFEX) – Nueva York, 4 de mayo de 2010 – El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) exhortó hoy a las autoridades hondureñas a que investiguen en forma exhaustiva las amenazas recibidas por dos reporteros de televisión quienes cubrieron el asesinato de su colega Nahúm Palacios Arteaga en la región del Aguán en marzo pasado.
Ricardo Oviedo, periodista de la estación de televisión por cable Canal 40 en la ciudad de Tocoa, departamento de Colón, recibió mensajes intimidatorios la última semana, según la prensa local y las entrevistas del CPJ. El jueves, dos desconocidos se acercaron a la hija de Oviedo de 13 años mientras caminaba hacia la escuela y le dijeron que matarían a su padre, Oviedo aseguró al CPJ.
El 26 de abril, individuos no identificados dispararon armas de fuego en frente de la casa del reportero, informó el diario La Tribuna de Tegucigalpa. Los disparos también se escucharon el 10 de abril al frente de las instalaciones del Canal 40 luego de que Oviedo sacara al aire un reporte sobre un operativo policial en el Aguán, afirmó el periodista.
Oviedo también relató que recibió numerosas llamadas telefónicas anónimas a su casa y su oficina para intimidarlo y silenciarlo. «Si no te callas, te matamos», le decían en los llamados anónimos, según el periodista. Oviedo ha denunciado las amenazas ante la policía local.
Jorge Ott Anderson, periodista y propietario del canal de televisión por cable La Cumbre en la localidad Bonito Oriental, departamento de Colón, fue amenazado durante su programa de televisión el 18 de abril, según indicó el periodista al CPJ. «Un desconocido me llamó al aire y dijo que me iban a matar en cualquier momento», relató Ott. El periodista informó de las amenazas a organizaciones de derechos humanos locales, pero no ha presentado una denuncia ante las autoridades.
Oviedo y Ott informaron sobre el asesinato de su colega Nahúm Palacios Arteaga, quien fue asesinado en Tocoa el 14 de marzo. Palacios, quien había criticado el golpe de estado que depuso al ex Presidente Manuel Zelaya en junio de 2009, cubrió poco antes de su muerte el conflicto de tierras en la región del Aguán, según investigaciones del CPJ. Oviedo y Ott también han informado sobre este conflicto agrario.
«Estas amenazas de muerte son alarmantes en un país donde seis periodistas han sido asesinados en los pasados dos meses,» aseguró Carlos Lauría, coordinador senior del programa de las Américas del CPJ. «Las autoridades hondureñas deben tratar cualquier amenaza contra periodistas con la mayor diligencia e investigarla en forma exhaustiva.»
Además de Palacios, cinco periodistas han sido asesinados en Honduras desde marzo en una ola de violencia criminal. Un desconocido armado ultimó al periodista Jorge ‘Georgino» Orellana en la ciudad de San Pedro Sula el 20 de abril. Atacantes no identificados mataron a los periodistas hondureños José Bayardo Mairena y Manuel Juárez en el departamento de Olancho el 27 de marzo, mientras que el reportero de radio David Meza fue asesinado en la ciudad de La Ceiba el 11 de marzo. El reportero Joseph Hernández Ochoa fue asesinado en Tegucigalpa en una balacera que dejó gravemente herida a otra reportera el primero de marzo. El CPJ está investigando para determinar si estos asesinatos están relacionados con el trabajo de los periodistas.
Las autoridades hondureñas no han informado sobre avances ni identificado a sospechoso alguno en estos casos, según informes de prensa. El Ministro de Seguridad Óscar Álvarez ha sido citado repetidamente por la prensa local afirmando que los asesinatos no estuvieron relacionados con el trabajo de los periodistas. El funcionario no ha proporcionado evidencia alguna para fundamentar su afirmación.
«Es irresponsable indicar que estos asesinatos no están relacionados con el periodismo sin proveer evidencia alguna,» afirmó Lauría. «Los funcionarios deben enfocar sus esfuerzos en investigar estos crímenes y procesar en forma exitosa a los responsables.»