(RSF/IFEX) – RSF pide que se suspenda la censura previa de prensa que ejerce el Consejo Nacional de Seguridad, y condena que se sigan produciendo arrestos y interrogaciones de periodistas. Mohsen Mandegari, jefe del servicio político del diario «Entekhab» (La Opción), fue citado por el Tribunal Revolucionario de Teheran el 7 de octubre de 2003 […]
(RSF/IFEX) – RSF pide que se suspenda la censura previa de prensa que ejerce el Consejo Nacional de Seguridad, y condena que se sigan produciendo arrestos y interrogaciones de periodistas.
Mohsen Mandegari, jefe del servicio político del diario «Entekhab» (La Opción), fue citado por el Tribunal Revolucionario de Teheran el 7 de octubre de 2003 y detenido hasta el 8 de octubre, como ha confirmado Mohamad Medí Faghihi, redactor jefe del periódico, que también fue citado y detenido durante algunas horas el mismo día. La detención de Mandegari se produjo tras la publicación de un artículo que revelaba el reto que significa, para el régimen, la firma del protocolo de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA). La censura impuesta por el Consejo Nacional de Seguridad (órgano encargado de todas las cuestiones que afectan a la seguridad del Estado) prohíbe cualquier reflexión sobre el asunto.
Es poco habitual una detención como ésta, que afecta a un diario conservador moderado. Revela las prácticas de censura previa establecidas por el Consejo Nacional de Seguridad, dirigido por el presidente reformista Mohammad Jatamí pero compuesto mayoritariamente por conservadores.
Cada semana, el Consejo envía a todos los periódicos una lista de los temas prohibidos, como las manifestaciones de estudiantes en 1999, la recuperación del diálogo con Estados Unidos, el caso de la fotógrafa Zahra Kazemi y, más recientemente, todo lo que se refiere a la firma del protocolo de la AIEA. A veces es posible reproducir declaraciones de políticos iraníes sobre esos asuntos pero, en cambio, está totalmente prohibida cualquier reflexión sobre los mismos.
La revelación del diario «Entekhab» se basaba en el alejamiento del Parlamento y del órgano presidencial oficialmente encargado de la firma del protocolo, para encargárselo a un comité ad hoc, reunido por el Guía Supremo de la República Islámica. «Ya hace un año que padecemos presiones de la censura, que no solo afecta a los periódicos reformistas», ha precisado Faghihi.
Por otra parte, el Tribunal de Teherán citó la semana del 5 al 11 de octubre a los directores de los diarios reformistas «Yas-e no», «Sharq», «Hambastegi» y «Baharaneh», tras una denuncia de la Fiscalía y del fiscal Said Mortazavi. En cuanto al periodista Abbas Abdi, que continúa aislado desde hace varios meses en la cárcel de Evine y en huelga de hambre desde hace 28 días, le han añadido cinco años a su condena. Este periodista, gran figura del movimiento político reformista, fue detenido en febrero por, entre otras cosas, «haber proporcionado informaciones a los enemigos del régimen islámico», y condenado a ocho años de cárcel. La condena se redujo en abril a cuatro años y medio. Acaba de ser prolongada por cinco años más, por una infracción que está en la acta de la acusación que se ha mantenido en secreto.