(RSF/IFEX) – Reporteros sin Fronteras reafirma su apoyo a Roberto de Jesús Guerra Pérez y Oscar Mario González Pérez, detenidos los días 13 y 22 de julio de 2005 respectivamente, que llevan detenidos sin juicio desde entonces. Guerra, miembro del centro de información de la asociación patriótica La Corriente Martiana era, hasta su detención, colaborador […]
(RSF/IFEX) – Reporteros sin Fronteras reafirma su apoyo a Roberto de Jesús Guerra Pérez y Oscar Mario González Pérez, detenidos los días 13 y 22 de julio de 2005 respectivamente, que llevan detenidos sin juicio desde entonces. Guerra, miembro del centro de información de la asociación patriótica La Corriente Martiana era, hasta su detención, colaborador de los sitios de Internet Nueva Prensa Cubana y Payolibre, y de Radio Martí. González es uno de los cofundadores de la agencia independiente Grupo de Trabajo Decoro, de la que otros tres miembros se encuentran en la cárcel desde la «primavera negra» de 2003: Héctor Maseda Gutiérrez, Omar Moisés Ruiz Hernández y José Ubaldo Izquierdo Hernández.
«Las autoridades cubanas ya no necesitan a la autoridad judicial para arrojar a los periodistas a la cárcel. La situación de Roberto de Jesús Guerra Pérez y Oscar Mario González Pérez parece confirmarlo. Es evidente que ya no resulta indispensable guardar las apariencias de un Estado de derecho para privar de libertad a aquellos cuya única culpa es haber querido informar libremente. A falta de cargos contra estos dos periodistas, y en vista de su estado de salud, pedimos su libertad inmediata, así como la de los veintitrés periodistas encarcelados desde marzo de 2003. Finalmente, pedimos que dejen en libertad a su colega Armando Betancourt, también detenido sin motivo oficial desde el 23 de mayo de 2006», ha declarado Reporteros sin Fronteras.
Mirtha Wong, esposa de González, ha dicho a Reporteros sin Fronteras que su marido, de 62 años, se encuentra actualmente internado en la cárcel «1580», en San Miguel de Padrón (La Habana), en el departamento 5 «FD», lo que significa «falta de documentación». Las autoridades carcelarias aseguran no tener conocimiento de ningún otro cargo contra él. «Esperamos, esperamos. Hemos contratado a una abogada, pero no puede hacer nada. Las autoridades no le hablan nunca del acta de acusación, y aun menos de una fecha para el juicio», ha añadido Wong. La Seguridad del Estado (policía política) ha dicho varias veces a la esposa del periodista que «no se encuentra», o «no existe», el dossier de la acusación, relativo a su marido.
Con frecuencia en el punto de mira de la Seguridad del Estado, González fue detenido el 22 de julio de 2005, junto con 33 opositores, en la víspera de una manifestación de la disidencia. Todos ellos quedaron en libertad salvo el periodista, un abogado y un militante de los derechos humanos; los tres fueron amenazados de inculpación con arreglo a la ley 88 de atentado «a la independencia territorial y a la economía de Cuba». González nunca ha sido inculpado. A lo largo del año le han cambiado de cárcel no menos de siete veces. La detención le ha provocado una artrosis cervical severa, vértigo, hipertensión arterial y una importante pérdida de fuerza muscular. Estuvo sin recibir asistencia médica durante más de tres meses, a la espera de unas medicinas que nunca le han entregado. Ahora le duele el brazo derecho, como consecuencia directa de la artrosis.
Guerra, de 27 años de edad, se encuentra detenido en el Departamento Técnico de Investigación (DTI) de La Habana. Detenido durante tres meses en las celdas de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), efectuó varias huelgas de hambre que le llevaron al hospital militar, porque su salud empeoraba rápidamente.
Asmático, el periodista permaneció encerrado hasta noviembre de 2005 en una celda sin cama ni ventilación, infectada de insectos. Su estado de salud enloquece a su esposa, Iliana Tamayo, quien ha precisado a Reporteros sin Fronteras que no recibe la asistencia médica adecuada, ni la alimentación correcta. El 13 de julio de 2005, el periodista organizó un ayuno para protestar contra la represión, junto con otros doce miembros de La Corriente Martiana. Fue detenido por «alteración del orden público», junto con su esposa y otro militante. La Seguridad del Estado dejó en libertad a los dos últimos. Desde entonces, a Guerra no le han inculpado, ni juzgado nunca.
Por otra parte, el 23 de mayo de 2006, la Policía Nacional Revolucionaria de Camagüey (Centro) detuvo por «desorden público» a Betancourt. Ahora se encuentra detenido, sin cargos oficiales, por la Seguridad del Estado. La justicia, a la que a principios de julio recurrió su abogado con una petición de libertad, normalmente dispone de quince días para pronunciarse.