(PROBIDAD/IFEX) – El empresario de medios de comunicación e inversionista, Jorge Canahuati Larach, propietario de los diarios «La Prensa» y «El Heraldo», que se editan en la norteña ciudad de San Pedro Sula y Tegucigalpa, la capital, respectivamente, fue objeto de una nueva querella por los delitos de difamación y calumnia lanzada por el banquero […]
(PROBIDAD/IFEX) – El empresario de medios de comunicación e inversionista, Jorge Canahuati Larach, propietario de los diarios «La Prensa» y «El Heraldo», que se editan en la norteña ciudad de San Pedro Sula y Tegucigalpa, la capital, respectivamente, fue objeto de una nueva querella por los delitos de difamación y calumnia lanzada por el banquero Jaime Rosenthal Oliva, también dueño de varios medios de comunicación.
Rosenthal, propietario del diario «Tiempo» que se edita en San Pedro Sula, a 240 kilómetros de la capital hondureña, también es dueño de un canal de televisión, y en la querella contra Canahuati argumenta que artículos publicados por «La Prensa» el 23 y 25 de julio de 2005, pusieron en riesgo su vida y la de su familia. Estas publicaciones estaban relacionadas con una disputa de terrenos propiedad del empresario y banquero.
En esta disputa un poblador resultó herido por uno de los guardias privados del banco Continental, propiedad de Rosenthal, quien alega ser también propietario de los terrenos. Los artículos de «La Prensa» del 23 y 25 de julio, en las portadas, llevaban los títulos «Rosenthal quiere quitarle terrenos a nueve familias de Copán» y «Guardia de Rosenthal hiere a vecino que defendía sus tierras». Los terrenos en disputa se ubican en la occidental región de Copán, cuna de la civilización indígena maya de Honduras.
En sus argumentos, Rosenthal sostiene que las notas de «La Prensa» carecen de fundamento y llevan el ánimo expreso de «difamarlo de manera conciente e intencional». Según su apoderado legal, Kiler Acosta, lo expuesto en los titulares y contenido de las informaciones vertidas por diario «La Prensa», «atentan contra el honor de Rosenthal, lo exponen a él y a su familia a ataques violentos y ponen en riesgo su patrimonio».
En tanto, Rosentahl sostuvo que «se me ha atacado muy fuerte, haciéndome acusaciones totalmente falsas, y yo creo que para eso están las leyes, para que los dueños de los medios de comunicación no abusen de su poder y no utilicen falsedades y circunstancias para atacar a otra gente», dijo.
Rosenthal sostiene que los terrenos en disputa le pertenecen y que el banco Continental tiene una escritura pública que lo acreditan como dueño legítimo del predio que fue lotificado para vendérselo a 100 familias pobres, pero «hay nueve familias que dicen tener propiedad del bien y esto es falso», apuntó.
En este sentido, dijo que para no ser acusado por el diario «La Prensa» de querer coartar la libertad de expresión, giró una nota de denuncia ante la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) diciendo que «las leyes de libertad de prensa son para proteger a los periodistas y a los medios de comunicación cuando dicen la verdad, no para proteger la mentira. No puede existir una moral justa y correcta cuando los dueños de los medios de comunicación los usan para lograr propósitos totalmente diferentes»
En su edición del 28 de julio, «La Prensa» omitió referirse a la querella interpuesta por Rosenthal, limitándose a indicar que la información publicada sobre la disputa de terrenos obedece a una denuncia de pobladores y no a un interés específico del medio.
Esta es la segunda querella interpuesta entre el 25 y el 28 de julio contra Canahuati, cuyos medios de comunicación tienen una amplia circulación nacional. Canahuati es el primer empresario de medio demandado en lo que va del último cuarto de siglo.