El periodista Armando Arrieta escribió más recientemente sobre la candidata presidencial mexicana Margarita Zavala, la petrolera nacional Pemex, y varias muertes ocurridas en un hospital local.
Este artículo fue publicado originalmente en cpj.org el 29 de marzo de 2017.
Las autoridades mexicanas deben realizar una investigación creíble y exhaustiva del atentado contra el veterano periodista Armando Arrieta Granados, declaró hoy el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés). Arrieta, director editorial del periódico de Veracruz La Opinión, fue baleado y herido de gravedad cuando regresaba a su domicilio, en la ciudad de Poza Rica.
De acuerdo con los primeros informes de prensa, Arrieta fue alcanzado por cuatro balas calibre 9 mm al llegar a su hogar. El periodista fue trasladado a un hospital local, donde se encuentra en estado de gravedad, informaron los medios de prensa.
Arrieta, de 51 años, ha ejercido el periodismo durante más de 20 años, de acuerdo con informes de prensa y con un periodista de Poza Rica que habló con el CPJ. El periodista, quien solicitó el anonimato por temor a represalias, declaró que Arrieta principalmente escribía sobre política y noticias generales.
«El atentado perpetrado hoy contra el editor Armando Arrieta Granados es otro recordatorio de que el estado mexicano de Veracruz continúa siendo una de las zonas más letales del mundo para el ejercicio del periodismo», declaró Carlos Lauría, coordinador sénior del programa de las Américas del CPJ, desde Nueva York. «Las autoridades estatales y federales deben investigar exhaustivamente el atentado, establecer un motivo, y llevar a todos los responsables ante la justicia como paso para poner fin a este legado de violencia».
Arrieta escribió más recientemente sobre la candidata presidencial mexicana Margarita Zavala, la petrolera nacional Pemex, y varias muertes ocurridas en un hospital local. Los intentos del CPJ por comunicarse con el periódico para obtener declaraciones fueron infructuosos.
La Procuraduría General del Estado de Veracruz divulgó una breve declaración que decía que se había iniciado una investigación. La declaración afirmaba que Arrieta había sido atacado por una sola persona no identificada, mientras que los primeros informes de prensa habían indicado una cantidad desconocida de atacantes. Además, el organismo sostuvo que el periodista estaba recibiendo tratamiento por heridas de bala en un hospital local, sin hacer mención del oficio periodístico de la víctima como posible motivo del atentado. Los intentos del CPJ por obtener declaraciones adicionales de los investigadores fueron infructuosos.
Jorge Morales Vázquez, secretario ejecutivo de la Comisión Estatal para la Atención y la Protección de los Periodistas (CEAPP) de Veracruz, declaró al CPJ que Arrieta se encontraba en estado grave y había sido trasladado a un hospital de la ciudad de Puerto de Veracruz, donde se le trataba por heridas de bala en el pecho y un pulmón perforado.
El CPJ no pudo comunicarse de inmediato con la oficina del Fiscal Especial para la Atención de Delitos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) federal ni con el Mecanismo Federal para la Protección de Periodistas, para esclarecer si investigadores federales estaban investigando el atentado, o si Arrieta se había inscrito en el programa de protección de periodistas del Gobierno federal. Su amigo y colega de Poza Rica aseguró que Arrieta no había denunciado ninguna amenaza.
Según datos del CPJ, por lo menos cuatro periodistas de Veracruz fueron asesinados en relación directa con el ejercicio de la profesión durante el mandato (2010-2016) del exgobernador Javier Duarte de Ochoa, en la actualidad prófugo y acusado del delito de corrupción y soborno, mientras que los motivos del asesinato de otros 10 periodistas del estado continúan sin esclarecerse. El 19 de marzo, Ricardo Monlui, reportero y columnista del periódico El Político, de la ciudad veracruzana de Córdoba, fue asesinado en la cercana ciudad de Yanga, caso que el CPJ sigue investigando para determinar si el asesinato estuvo vinculado a la labor informativa del periodista.
Desde hace mucho tiempo Veracruz ha sido uno de los estados más violentos de México, y ha estado azotado por guerras entre organizaciones criminales que luchan por el control de lucrativas rutas del narcotráfico y la trata de personas. Por lo menos 1,258 personas fueron víctima de homicidio en el estado el año pasado, según informes periodísticos. Periodistas de Veracruz han declarado al CPJ que Poza Rica en particular ha sido escenario central de la violencia y el crimen organizado.