(IPYS/IFEX) – El 1º de noviembre de 2005, el periodista David Ludovic, redactor de la columna «A las puertas del palacio» del diario «El Nacional», fue presionado por funcionarios de la seguridad presidencial a entregar un cassette con testimonios recabados en las adyacencias del Palacio Blanco, en el centro de Caracas, frente al palacio presidencial, […]
(IPYS/IFEX) – El 1º de noviembre de 2005, el periodista David Ludovic, redactor de la columna «A las puertas del palacio» del diario «El Nacional», fue presionado por funcionarios de la seguridad presidencial a entregar un cassette con testimonios recabados en las adyacencias del Palacio Blanco, en el centro de Caracas, frente al palacio presidencial, debido a que es una zona de seguridad. Según explicaron los efectivos, se requiere un permiso de la oficina de prensa presidencial para poder usar una grabadora en el lugar. Además, fue obligado a firmar una constancia donde negaba haber sido víctima de alguna agresión física o verbal.
El periodista acudió al lugar, como lo ha hecho con frecuencia desde septiembre, a recabar los testimonios de personas que acuden al departamento de Atención Social al Ciudadano del Palacio Blanco. Mientras entrevistaba a dos señoras, fue abordado por tres funcionarios de seguridad que le exigieron la entrega de la grabación y los acompañara al interior del palacio. Según Ludovic, fue interrogado exhaustivamente dos veces y tratado despectivamente. La cinta fue decomisada provisionalmente.
Durante el interrogatorio, los funcionarios le explicaron al periodista que para poder usar la grabadora en las afueras del Palacio debía conseguir un permiso en la oficina de Prensa Presidencial. Antes de salir, Ludovic fue instado a firmar una constancia de que no había sido objeto de ninguna agresión física o verbal, a lo cual accedió con reservas.
Preservar la «seguridad nacional» es uno de los argumentos más empleados para justificar las restricciones a la libertad de expresión. En este caso, la limitación se aplicó después de que Ludovic publicara ocho columnas usando testimonios grabados que revelan demandas de la ciudadanía en la oficina de Atención Social al Ciudadano del Palacio Blanco. Según Ludovic, el director de dicha entidad, Ybrahim Noriega, estuvo enterado del trabajo del periodista e incluso en una ocasión: su respuesta a las acusaciones que se le imputaban fue publicada en la columna.