(AMARC/IFEX) – En el marco de un cada vez mayor involucramiento del Ejército Mexicano en temas ajenos a su funcion, a fines de febrero de 2003 dos soldados visitaron la radio comunitaria «Nuevo San Juan» 99.1 FM del municipio de San Juan Parangaricutiro, Michoacán, para conseguir datos de la emisora así como los nombres de […]
(AMARC/IFEX) – En el marco de un cada vez mayor involucramiento del Ejército Mexicano en temas ajenos a su funcion, a fines de febrero de 2003 dos soldados visitaron la radio comunitaria «Nuevo San Juan» 99.1 FM del municipio de San Juan Parangaricutiro, Michoacán, para conseguir datos de la emisora así como los nombres de sus responsables.
Ramon Calvo Gil y Ricardo Flores Martínez, Cabo y Cabo de Infantería respectivamente, vestidos de civil, se presentaron a la Presidencia Municipal de esta poblacion. Fueron recibidos por el responsable de la emisora y el abogado Juan Salvador Gutiérrez Constantino, enviado por el Secretario del Ayuntamiento a intermediar.
Según relata Gutiérrez Constantino:
«Estas dos personas manifestaron ‘que pertenecían a la Base Militar de Uruapan, y que ellos tenían una relacion de todas las Estaciones de Radio de la region y que querían actualizarla con los datos de esta estacion que visitaban, por lo que estaban solicitando informes de la Estacion de Radio, del dueño, de los locutores, personal de apoyo’, a lo que contesté que con gusto les dábamos la informacion y que únicamente nos mostraran su Oficio de Comision, contestándome ellos que no traían tal documento pero que traían sus credenciales, las cuales nos mostraron y pudimos ver que los acreditaban como miembros del Ejército, y que las fotografías que ellas contenían si correspondían a las personas que estaban frente a nosotros.
En vista de lo anterior (que no traían su oficio de comision) únicamente les proporcionamos informacion muy general: El nombre de la estacion, su objetivo que es promover la educacion y la cultura y que se prestan servicios sociales para beneficio de toda la poblacion, que no se realiza propaganda política ni religiosa, que no existe ningún tipo de publicidad ni para personas ni para empresas, no se realizan comerciales, no se persigue el lucro, y que en todo lo que se realice se busca el bienestar y desarrollo de la poblacion, del Estado y el País.
Manifestamos que no había un dueño de la estacion puesto que ésta era de toda la poblacion, que todas las personas del municipio cooperaron y estaba al servicio de todos. Les hicimos saber que estabamos trabajando en coordinacion con las autoridades municipales, comunales, y con el Instituto Nacional Indigenista. No mencionamos nombres de ninguna persona que colaborara.»
En esta oportunidad el trato fue «amigable», pero rodeados de cerca de 500 personas de la comunidad que se agruparon afuera del lugar para saber que estaba pasando y apoyar a la emisora.
La preocupacion de AMARC y de las organizaciones de derechos humanos en México, se explica porque ya desde mediados del 2002 se han recibido informaciones acerca del creciente involucramiento del Ejército en estas cuestiones. Por ejemplo, un oficio de la Secretaría de Comunicaciones da cuenta que algunas acciones contra radios indigenas en Oaxaca tienen como origen investigaciones y denuncias del Ejército.
Más precisamente, la radio del pueblo mixe fue cerrada el 7 de agosto de 2002 a partir de gestiones del Gral de Brigada Javier del Real Magallanes, subjefe operativo del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional (oficio 36712 del 31 de mayo), quien da cuenta de la existencia de cuatro emisoras «clandestinas» en Oaxaca.
Si bien no participaron efectivos militares en el cierre, sí lo hizo un fuerte contingente de policías de distintas reparticiones, quienes entraron en forma violenta y sin autorizacion de la autoridad municipal responsable del local desde donde trasmitía la radio indígena.