(RSF/IFEX) – En Cuba, la mayoría de la población tiene prohibido utilizar el Internet. Para acceder a la Red, los cubanos se ven obligados a utilizar conexiones ilegales. Por ello, el gobierno cubano ha decidido, para luchar contra esta utilización clandestina del Internet, prohibir completamente la utilización de la red telefónica ordinaria para acceder a […]
(RSF/IFEX) – En Cuba, la mayoría de la población tiene prohibido utilizar el Internet. Para acceder a la Red, los cubanos se ven obligados a utilizar conexiones ilegales. Por ello, el gobierno cubano ha decidido, para luchar contra esta utilización clandestina del Internet, prohibir completamente la utilización de la red telefónica ordinaria para acceder a la web. Además ha pedido a Etecsa, el único operador cubano de telecomunicaciones, «que emplee todos los medios técnicos necesarios que permitan detectar e impedir el acceso al Internet» a las personas no autorizadas.
RSF denuncia esta medida del gobierno que hace presagiar una oleada de represión contra los usuarios de conexiones ilegales. «Estamos extremadamente preocupados por este nuevo decreto, dirigido a acorralar a los «informáticos», esos cubanos que consiguen acceder al Internet a pesar de la prohibición oficial», ha manifestado Robert Ménard, secretario general de la organización. «En ese país, el Internet es uno de los pocos medios a que se puede recurrir para eludir a la omnipresente censura de la información. Como no puede vigilar el Internet tan fácilmente como los periódicos, el gobierno ha optado simplemente por prohibir el acceso a casi toda la población. Muy pocos países llegan tan lejos en el control de la Red», ha añadido.
A partir del 24 de enero de 2004 estará formalmente prohibido utilizar la red telefónica ordinaria, facturada en pesos, para conectarse al Internet, salvo para las personas autorizadas directamente por el «responsable de un órgano y/o de una organización de la administración central». El cambio no afecta a las empresas y administraciones extranjeras, que utilizan otra red, facturada en dólares, para acceder al Internet.
En el fondo, el decreto no cambia nada en la prohibición, ya vigente para la mayoría de los cubanos, de acceder al Internet. Su objetivo principal es recordar a la población que solo las personas autorizadas explícitamente pueden utilizar ese medio de comunicación. Muchos «informáticos» se servían de sus ordenadores personales, comprados en el mercado negro, para conectarse a Internet, pirateando las líneas telefónicas normales. Después de esta nueva ley, esas personas se van a ver acorraladas por las autoridades, con la ayuda del proveedor público de acceso Etecsa.
Para acceder al Internet, los cubanos siguen teniendo la posibilidad de utilizar los cibercafés. Sin embargo, a dos euros (aproximadamente 2.50 USD) para un cuarto de hora, el servicio resulta inaccesible para la gran mayoría de la población.