(RSF/IFEX) – El abogado parisino Jean Martín interpuso en nombre de Alí Lmrabet, el 16 de septiembre de 2003, una querella con constitución de parte civil por difamación contra Nabil Benabdallah, ministro marroquí de Comunicación. El procedimiento es consecuencia de las declaraciones efectuadas por el ministro el pasado 18 de junio, en una conferencia de […]
(RSF/IFEX) – El abogado parisino Jean Martín interpuso en nombre de Alí Lmrabet, el 16 de septiembre de 2003, una querella con constitución de parte civil por difamación contra Nabil Benabdallah, ministro marroquí de Comunicación. El procedimiento es consecuencia de las declaraciones efectuadas por el ministro el pasado 18 de junio, en una conferencia de prensa organizada en París, en el Centro de Acogida de la Prensa Extranjera (CAPE).
Benabdallah declaró, entre otras cosas, en presencia de numerosos periodistas: «Lo que hace Alí Lmrabet es difundir desinformación, mentira, calumnia, y todos las ediciones [de su periódico] estaban plagados de estas cosas, y puedo darles cientos de ejemplos. En ningún momento ha practicado el periodismo».
El Ministro de Comunicación llegó a describir a Lmrabet como «no del todo equilibrado», y recordó la existencia de un informe médico al respecto. Según su abogado, Benbadallah imputó a Lmrabet algunos hechos «manifiestamente difamatorios», «que atentan contra el honor del periodista que es Alí Lmrabet, que dedica su vida a informar, corriendo peligro y hasta el punto de verse privado de la libertad por encarcelamiento».
Lmrabet, periodista de nacionalidad franco-marroquí y corresponsal de RSF, fue condenado en apelación el 17 de junio a tres años de cárcel, por «desacato a la persona del rey», «atentado a la integridad territorial» y «atentado al régimen monárquico». La condena se produjo como consecuencia de la publicación de una serie de artículos y dibujos satíricos en sus dos periódicos, «Demain Magazine» y «Douman», que tienen prohibida la publicación. Tras una huelga de hambre de cincuenta días, para protestar contra la denegación de justicia, Lmrabet fue trasladado el 11 de agosto del hospital Avicenne de Rabat a la cárcel de Salé.
RSF pidió al rey Mohammed VI, en vano, el 29 de julio – con ocasión de la fiesta del trono, celebrada el 30 de julio en Marruecos – que indultara a Lmrabet. La organización concluía su carta con estas palabras: «Majestad, usted debe indultar a Alí Lmrabet. Un delito de ‘pensar mal’ no puede, no debe llevar a nadie a la cárcel. Es la regla en todas las democracias. Y debería serlo en Marruecos. Depende de ello la imagen del reino, y la suya también. Alí Lmrabet es un periodista, bromista, burlón, pero solo un periodista. Y no se priva de la libertad a un hombre de pluma por un crimen de lesa majestad. La condena de Alí Lmrabet suena como un mal presagio, en un momento en que los marroquíes deben estar unidos frente al terrorismo. Corresponde solo a usted reparar este error, esta injusticia».