(IPYS/IFEX) – El 5 de febrero de 2009, el periodista free lance Julio Vásquez Calle fue amenazado por teléfono por un desconocido que le advirtió que si no retiraba su denuncia lo encarcelarían. El agresor se refería a la denuncia que Vásquez hizo el 13 de enero, cuando difundió fotografías que comprobarían las torturas que […]
(IPYS/IFEX) – El 5 de febrero de 2009, el periodista free lance Julio Vásquez Calle fue amenazado por teléfono por un desconocido que le advirtió que si no retiraba su denuncia lo encarcelarían. El agresor se refería a la denuncia que Vásquez hizo el 13 de enero, cuando difundió fotografías que comprobarían las torturas que cometieron policías contra una treintena de comuneros de Ayabaca, Huancabamba y Pacaipamba, poblados de la región Piura, en agosto de 2005, en el campamento de la minera Majaz (ahora Río Blanco Cooper S.A.). Los comuneros protestaban contra la labor de la mina. Este caso es investigado por las autoridades.
Vásquez recibió las fotografías de una fuente anónima. En la intimidación también se refieren a su familia y al trabajo que realiza. El periodista labora en la región Piura, al norte del país, y es colaborador de la emisora Radio Cutivalú.
Para él, la amenaza confirma un reglaje del que sospechaba desde que publicó las fotografías. También ha recibido varias llamadas telefónicas donde el interlocutor se queda callado.
El periodista denunció las amenazas ante la Defensoría del Pueblo y la Fiscalía de la Nación.
IPYS pide a las autoridades investigar el caso hasta identificar a los responsables.
Por otra parte, el 7 de febrero, empleados del hospital Santa Gema retuvieron y agredieron al periodista Pedro Valencia, de Radio Oriente y Canal 8, para que no entrevistara a una madre indígena de la etnia shawi, que denunció no haber sido alimentada desde que dio a luz cuatro días antes. El hecho ocurrió en Yurimaguas, región Loreto, al noreste del país.
Valencia entrevistaba a la mujer cuando un trabajador del hospital le exigió que se fuera. Cuando el reportero se negó, otros dos empleados intentaron arrebatarle el micrófono y la videograbadora, argumentando que no podía informar sobre el caso.
El periodista decidió irse pero estaba cerrada la puerta de ingreso. Pidió que lo dejaran salir pero los vigilantes le dijeron que no la abrirían hasta que llegara la policía, que comprobó el estado crítico de la mujer.
El 9 de febrero, Valencia fue otra vez al hospital para entrevistar sobre el caso a la directora, Lidia Navarro, pero el personal de seguridad lo expulsó.
IPYS intentó comunicarse por teléfono con la directora del hospital pero no contestó las llamadas.