Treinta y ocho jefes de Estado o jefes de la guerra siembran el terror entre los periodistas, según RSF.
(RSF/IFEX) – el 3 de mayo de 2011 – Cabecillas de aparatos represivos, responsables políticos de un régimen hostil a las libertades, organizadores directos de campañas de violencia contra los periodistas, estos son los predadores de la libertad de prensa. Los medios de comunicación son su presa.
Ver todos los predadores: http://es.rsf.org/predator-bachar-el-assad,37286.html
Hay 38 predadores este año. Destacan los de África del Norte y de Oriente Medio, donde se desarrollaron los acontecimientos más intensos, los más apasionantes, pero también los más trágicos de estos últimos meses. En el mundo árabe, los importantes cambios marcaron la lista de los predadores 2011. Cayeron algunas cabezas. La primera fue la del presidente tunecino Zine el Abidine Ben Ali, quien dejó el poder el 14 de enero de 2011, abriendo a su pueblo un campo de posibilidades para la democracia.
Otros predadores, como el yemení Ali Abdullah Saleh, sobrepasado por la ola de protestas de su país, o su homólogo sirio, Bachar el Asad, quien responde a las aspiraciones democráticas con la política del terror, vacilarían desde su pedestal. ¿Qué decir de Muamar el Gadafi, Guía de la Revolución, convertido en guía de una violencia sorda a toda razón contra su pueblo? Qué decir de Bahréin, donde el rey Hamad bin Isa al Khalifa debería responder un día por la muerte de cuatro activistas que se encontraban detenidos, entre ellos el fundador del único periódico de oposición, y por la vasta operación de represión contra los manifestantes a favor de una apertura democrática del país.
En la región, la libertad de expresión habrá sido una de las primeras reivindicaciones de la población, habrá sido una de las primeras concesiones de los regímenes de transición; para algunos, habrá sido una de las primeras experiencias, aún muy frágil.
Intentos de manipulación de los corresponsales extranjeros, detenciones arbitrarias y arrestos, expulsiones, prohibición de acceso a ciertas zonas, intimidaciones, amenazas, la lista de exacciones contra la prensa durante la Primavera Árabe da vértigo. En estos cuatro países (Siria, Libia, Bahréin y Yemen), el trabajo de obstrucción de la información llegó hasta el homicidio, como en el caso de Mohamed Al-Nabous, asesinado el 19 de marzo por un francotirador en Bengasi (Libia), o el de dos periodistas asesinados en Yemen el 18 de marzo, tomados directamente como blanco por francotiradores a sueldo del poder.
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En el resto del mundo
En Asia algunos dirigentes fueron sustituidos, esto no significó que los nuevos líderes cuestionaran el sistema liberticida que tomaban bajo su mando. Thein Sein tomó el lugar de Than Shwe a la cabeza de Birmania. En Vietnam el Partido Comunista eligió como su dirigente a Nguyen Phu Trong, para que sucediera a Nong Duc Manh. En estos dos países, donde actualmente se encuentran encarcelados 14 periodistas (Birmania) y 18 netciudadanos (Vietnam), un predador remplazó a otro. Ellos son el símbolo de dos regímenes que establecieron un aparato penal al servicio de la censura y en los que no es posible vislumbrar alguna esperanza de apertura. La lógica del partido único, los intereses de clan y la unidad nacional caracterizan a estas dictaduras encerradas en ellas mismas, que se han puesto nerviosas por los movimientos de liberación democrática.
La onda de choque de la Primavera Árabe no carece de efecto en la política del predador chino, el presidente Hu Jintao, ni en la del presidente azerí, Ilham Aliev, quienes temen un efecto de contagio. Las autoridades de Pequín han ubicado en lugares secretos a más de treinta disidentes, abogados y defensores de los derechos humanos, sin que sea posible obtener información sobre su suerte. Recientemente Ai Wei Wei, artista famoso a escala internacional, fue arrestado y se ignora el lugar donde se encuentra detenido. Los intentos de manifestación en Bakú, en Azerbaiyán, bajo el modelo de las reivindicaciones árabes, han hecho que las autoridades de este país multipliquen sus maniobras contra los opositores y la prensa: han encarcelado a activistas que empleaban Facebook, secuestrado e intimidado a corresponsales de la publicación de oposición Azadlig, interpelado y golpeado a periodistas que intentaban cubrir la protesta, bloqueado Internet.
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