La Relatoría especial para la libertad de expresión para las Américas cambia de manos. Tras seis intensos años, la abogada colombiana Catalina Botero pasa el testigo al periodista uruguayo Edison Lanza.
La abogada colombiana Catalina Botero habla con pasión de los seis años en los que ha sido la Relatora especial para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el órgano encargado de la promoción y protección de los derechos humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA). Su entusiasmo, sin embargo, no oculta que fue difícil. El 6 de octubre de 2014 toma el testigo de la Relatoría Edison Lanza, abogado y periodista uruguayo, cofundador del Centro de Archivos y Acceso a la Información Pública (CAinfo), una organización perteneciente a la red IFEX.
CATALINA BOTERO
¿Cómo ha evolucionado tu visión del rol de la Relatoría especial para la libertad de expresión?
Siempre tuve la idea de que la Relatoría tenía la misión de promover el derecho a la libertad de expresión. Lo que no tenía claro era qué tan difícil iba a ser. En el transcurso de los años las dificultades fueron cada vez mayores, pero logramos sortearlas con mucho éxito.
¿Cuál es el mayor desafío al que te has enfrentado como relatora?
Construir institucionalidad. El mayor desafío ha sido hacer de la Relatoría una Institución, que no dependa de una persona ni de un equipo concreto sino que tenga todas las garantías institucionales para poder operar en el tiempo, al margen de quién la dirija. Ha sido un proceso duro tener una oficina como la de hoy, pero ahora goza de una espléndida salud.
¿Cuál ha sido tu mayor logro?
Creo que hay tres tipos de logros. El primero, como he mencionado, ha sido institucional. Un segundo logro ha sido temático, al haber fortalecido temas que ya estaban en la agenda, como el acceso a la información, y al mismo tiempo haber incorporado otros nuevos como la seguridad de los periodistas, que es probablemente el desafío más importante de la región. Por último, en un ámbito mucho más personal, está la satisfacción de haber defendido a personas que estaban siendo amenazas o a las que iban a asesinar, o haber evitado el encarcelamiento de personas por haber ejercido su derecho a la libertad de expresión.
Estos triunfos dan esperanza, que no es poco, porque las grandes transformaciones dependen de que la gente tenga esperanza.
En tu opinión ¿cuán saludable es la libertad de expresión en el continente americano?
América no puede entenderse como un cuerpo homogéneo. Tienes que hablar de los ojos, los brazos, las orejas… En Estados Unidos, por ejemplo, los mayores retos tienen relación con los programas de vigilancia, la protección de informantes y la reserva de la fuente. En América Central y parte de América del Sur existen otros desafíos derivados de la violencia y del crimen organizado o de la concentración de medios, por ejemplo.
¿Cuáles son principales retos que enfrenta la región en materia de libertad de expresión?
Sin duda, el primero es la violencia y la impunidad. El segundo es el uso del derecho penal para domesticar a la crítica y controlar la esfera de lo público. El tercero es el acceso a la información, que es abrirle el Estado a la gente. El cuarto es el uso de mecanismos de censura indirecta, por ejemplo cuando a través de la publicidad oficial se premia a los medios amigos y se castiga a los demás. El último es el ingreso de sectores tradicionalmente excluidos de la deliberación pública. En este sentido, se trata de que haya más medios, más voces y más gente, evitando los monopolios no sólo privados sino también públicos. Los monopolios son malos, ya sean estatales o privados.
¿De qué manera crees que IFEX puede fortalecer la Relatoría?
Son los ojos y los oídos de la Relatoría en la región. Hay pocas cosas más importantes para la Relatoría que contar con el trabajo hermano de organizaciones como IFEX. Su información es crucial y permite alimentar todos nuestros informes ¡Adoro IFEX!
¿Qué consejo le darías al nuevo relator Edison Lanza?
Lo más importante para cualquier relator para la libertad de expresión es mantener la entereza. Estás ahí para defender principios y eso cuesta. Nadie dijo que iba a ser fácil. Es difícil.
EDISON LANZA
¿Cómo imaginas el rol de Relator especial para la libertad de expresión?
La Relatoría es una referencia en materia de libertad de expresión y por tanto, heredo una responsabilidad muy grande. Yo he dedicado toda mi vida a defender la libertad de expresión. Asumo el puesto sin temor, pero con la seriedad y la responsabilidad que conlleva.
¿Cuál crees que va a ser el mayor desafío al que te vas enfrentar?
El mayor desafío es poder incidir en aquellos lugares donde se registran problemas en materia de libertad de expresión. También, que la Relatoría sea un espacio de diálogo y entendimiento. Tenemos que ser capaces de debatir sobre temas que atañen a la libertad de expresión. Nosotros estamos para ayudar, no para etiquetar, pero para bailar se necesitan dos.
La Relatoría ha recibido críticas por parte de algunos países, ¿cómo te ves enfrentando la crítica?
Si me tiene que pasar, no me duelen prendas, es decir, no tengo inconveniente. Cuando hablamos de derechos humanos, hay un principio que es el de no regresividad.
Hay umbrales establecidos por la comunidad internacional bajo los cuales no se puede retroceder y cuando entendamos que un país traspasó ese umbral, lo vamos a señalar, sea cual sea.
En tu opinión ¿cuán saludable es la libertad de expresión en el continente americano?
La situación es muy heterogénea. También tiene un sabor agridulce. Hay países que han mejorado, pero otros han empeorado. Por ejemplo, hay más países donde se han despenalizado los delitos de expresión o se han aprobado leyes de acceso a la información. Sin embargo, es preocupante la obsesión de algunos gobiernos por copar el espacio público y asimilar la crítica a actos subversivos.
¿Cuáles van a ser tus prioridades en la región?
La violencia y la impunidad son temas cruciales. También es importante echar luz sobre los estándares en materia de libertad de expresión y su aplicación. Además, es necesario democratizar los medios ya que es importante promover mayor diversidad y pluralismo, aunque sin menoscabar la libertad de expresión y el ejercicio del periodismo. Asimismo, está el tema del acceso a la información pública.
El 2 de noviembre de 2014 se celebra el primer Día Internacional para Acabar con la Impunidad ¿cómo crees que la Relatoría puedes contribuir a poner fin a la impunidad?
La Relatoría ya ha trabajado muchísimo en este tema. Se han llevado casos a la Corte Interamericana de Derechos Humanos y se han establecido estándares para que los Estados prevengan la violencia y la impunidad. Ahora hay que lograr que los Estados se apropien de estos mecanismos. Además, seguiremos trabajando este tema con otras relatorías, como la de Naciones Unidas.
¿De qué manera crees que IFEX puede fortalecer el trabajo de la Relatoría?
El trabajo de la Relatoría sería muy complicado sin la cooperación internacional de redes como IFEX, especialmente en las tareas de monitoreo, seguimiento y diseminación de estándares normativos. Las organizaciones que integran IFEX son clave porque son quienes están sobre el terreno día a día.
Hay pocas cosas más importantes para la relatoría que contar con el trabajo de organizaciones como IFEX.– Catalina Botero
Nosotros estamos para ayudar, no para etiquetar, pero para bailar se necesitan dos.– Edison Lanza
Silvia Chocarro Marcesse es periodista y consultora en comunicación y desarrollo. Ella está en tuiter @silviachocarro.