En julio de 2014, finalizó el mandato del defensor de derechos humanos guatemalteco Frank La Rue como Relator especial para la libertad de expresión de la ONU. Silvia Chocarro Marcesse entrevistó a La Rue y su sucesor, el catedrático de leyes estadounidense David Kaye, para IFEX.
En julio, Frank La Rue terminó su mandato de seis años como Relator especial de NU para la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión. Desde el mes de noviembre, es el Director del Centro Robert F. Kennedy para Europa, con sede en Florencia (Italia). Su sucesor, David Kaye, mira hacia adelante con la vista puesta en nuevo retos, dejando su propia huella, pero reconociendo que reposa sobre los cimientos de su predecesor. Kaye habló para IFEX desde su oficina en la Facultad de Derecho de la University of California-Irvine, donde es director del International Justice Clinic. La Rue fue entrevistado en Bilbao (España) donde asistía a una conferencia.
FRANK LA RUE
Cuando asumiste el rol de Relator especial, ¿qué es lo que más te sorprendió?
Me llevé un par de sorpresas muy grandes. Ingenuamente, en primer lugar, pensé que el tema de la libertad de expresión estaría respaldado por un tremendo consenso en el mundo porque es la base de toda democracia y de todos los derechos humanos. Sin embargo, me di cuenta de que estaba equivocado. Es un tema mucho más complejo de lo que yo esperaba. Al mismo tiempo, me llevé una grata sorpresa por la multiplicidad de temas que la Relatoría me permitía tratar.
En ese contexto, ¿cómo recuerdas los inicios de tu mandato?
Mis primeros dos años fueron muy duros. Estuvieron determinados por el debate sobre la noción de difamación de religiones promovido por parte del mundo islámico. Yo veía que había discriminación hacia el Islam, pero eso no es un tema de libertad de expresión. Siempre defendí que la difamación de religiones no existe como concepto. Me tomó dos años de conversaciones que compartieran mi visión y llegar a un consenso. Creo que ser guatemalteco me ayudó porque no era visto como parte del mundo occidental y venía de un país multicultural y multiétnico con una larga historia de discriminación.
¿Cuáles fueron tus mayores logros?
Yo destacaría tres. Primero, la diversidad de temas que pude tratar, como la protección de periodistas, el desarrollo de internet, la comunicación electoral, privacidad y el derecho a la libertad de expresión de los niños y niñas. Segundo, establecí nuevas categorías de visitas a países, como las visitas técnicas y la metodología de las consultas regionales, rompiendo las cuatro paredes del Palais de Nations (sede de NU en Ginebra). Y por último, mi apertura al mundo y mi determinación de estar en el mayor número posible de lugares, siempre con una actitud proactiva. Esto me dio un resultado increíble, me dio credibilidad y un fuerte vínculo con la sociedad civil local y los defensores de derechos humanos.
¿Hay algo que te hubiese gustado conseguir y no pudiste?
Me duele mucho no haber visitado China, Indonesia y Sri Lanka. Formalmente, la invitación depende de ellos, pero tal vez no trabajé lo suficiente para ser invitado.
¿Son los retos a día de hoy los mismos que cuando asumiste el cargo en 2008?
Definitivamente no. Han cambiado. En primer lugar, ha aumentado la violencia contra periodistas. El otro tema es internet. Hay una mayor cobertura, pero el acceso a internet sigue siendo un reto. Hay que garantizar el acceso a los sectores más empobrecidos, si es necesario con subsidios, y también la neutralidad de la red.
¿Cuán saludable es la libertad de expresión hoy?
Estamos en una etapa difícil. Yo creo que el mundo siempre avanza, pero lo hace en olas y ahora estamos en un periodo de retroceso donde la libertad de expresión está siendo coartada.
¿Cuál es el mayor enemigo de la libertad de expresión?
Los gobiernos autoritarios, que quieren afincarse en el poder imponiendo su voluntad.
Se celebró en noviembre el primer Día mundial para acabar con la impunidad de crímenes contra periodistas ¿Crees que iniciativas de este tipo sirven para algo?
Siempre sirve.
Hay que sumar todos los esfuerzos posibles, pero acabar con la impunidad requiere de una alta cuota de voluntad política y un sistema judicial efectivo.
¿De qué manera crees que IFEX puede fortalecer la Relatoría?
Estamos viviendo en el mundo de las redes sociales y IFEX es la red más importante en materia de libertad de expresión. Su existencia es valiosísima y siempre he confiado en ellos.
¿Qué consejo le darías al nuevo relator David Kaye?
Que mantenga un diálogo permanente con la sociedad civil.
DAVID KAYE
¿Cómo te imaginabas el papel de Relator especial para la libertad de expresión?
Siempre me resultó atractivo el hecho de que los relatores especiales tienen cierta forma de libertad para abordar algunos de los temas más importantes del momento, como la libertad de expresión, sin las normales restricciones que van unidas a otros mecanismos de NU, regionales o gubernamentales.
Cuando fuiste nombrado, ¿qué querías hacer en primer lugar?
Mi idea era, en primer lugar, ampliar la labor de mi predecesor Frank La Rue, construyendo desde sus cimientos. También, tengo mucho interés en ir más allá de Ginebra para que mi trabajo sea accesible a todas las personas, más allá de abogados, diplomáticos y políticos, llegando a las personas que simplemente están tratando de expresarse y vivir sus vidas en libertad.
¿Cómo piensas llegar a estas personas?
Quiero tener una política de puertas abiertas. Primero, siendo receptivo a las personas y asegurando que respondo a todas las personas que me escriben. Segundo, teniendo presencia en las redes sociales, a través de Twitter, o tal vez blogueando o escribiendo artículos de opinión en periódicos de todo el mundo. Por último, pasando tiempo en los países donde la gente tiene preocupaciones.
¿Cuáles son estos países?
No tengo ninguna confirmación aún sobre visitas a países pero estoy buscando oportunidades en todo el mundo, ya que hay cuestiones que enfrentar sobre la libertad de expresión en todas partes. Quiero ir donde mi visita suponga una contribución positiva en la aplicación de normas relativas a la libertad de expresión y también donde pueda tener un impacto a nivel regional.
Frank La Rue siente no haber visitado China, por ejemplo.
No puedo hablar de países específicos, pero mi esperanza, por ejemplo con China, es ir en primer lugar en una visita técnica o de bajo perfil para iniciar el diálogo.
¿Cuáles son tus mayores retos?
El mandato es tan amplio que uno de los grandes retos es establecer prioridades entre todos los temas y lugares importantes. En segundo lugar, es garantizar una red de expertos de todo el mundo con los que pueda contar, y ellos contar conmigo, y trabajar conjuntamente.
¿Cuáles son sus prioridades?
Sustancialmente, veo tres áreas prioritarias: una, el derecho a la libertad de expresión de los grupos vulnerables, como las minorías étnicas y religiosas, la comunidad LGBT, los disidentes y todas aquellas personas cuya expresión está amenazada; dos, el acceso a la información, que tiene que ver con la transparencia gubernamental, así como la protección de quienes proporcionan acceso a la información como periodistas u otras personas involucradas en su recopilación y difusión, también fuentes e informantes; tercero, la libertad online, incluyendo el acceso a internet, su gobernanza, temas de vigilancia y la neutralidad en la red.
También es importante analizar el papel de los actores privados, ya que son propietarios de la actual esfera pública en la red.
¿Cómo crees que el Relator especial puede contribuir a los esfuerzos para acabar con la impunidad?
Creo que tenemos una capacidad especial para llegar a los gobiernos y tenemos que hacer uso de ella para asegurar que los ataques contra periodista son monitoreados. También significa instar a los gobiernos a realizar investigaciones y enjuiciamientos.
¿Cómo crees que IFEX puede serte más útil?
Al ser una red, puede ser muy valiosa. Puede ser mi socia en la consecución de diferentes iniciativas. Habrá muchas vías de colaborar con IFEX.
«Estamos viviendo en el mundo de las redes sociales y IFEX es la red más importante en materia de libertad de expresión. Su existencia es valiosísima y siempre he confiado en ellos.»-Frank La Rue
Relator especial para la libertad de expresión de la ONU, David KayeNaciones Unidas
«El mandato es tan amplio que uno de los grandes retos es establecer prioridades entre todos los temas y lugares importantes.»-David Kaye
Silvia Chocarro Marcesse es periodista y consultora en temas de libertad de expresión. @silviachocarro