(PFC/IFEX) – Un grupo de estudiantes y docentes del estatal Instituto Central «Vicente Cáceres», el principal colegio de secundaria de Honduras, ofreció una disculpa al camarógrafo Eduardo Irías, del Canal 66, por la golpiza recibida durante la protesta efectuada la tarde del 8 de octubre de 2003, en los bajos del Congreso Nacional. Irías, junto […]
(PFC/IFEX) – Un grupo de estudiantes y docentes del estatal Instituto Central «Vicente Cáceres», el principal colegio de secundaria de Honduras, ofreció una disculpa al camarógrafo Eduardo Irías, del Canal 66, por la golpiza recibida durante la protesta efectuada la tarde del 8 de octubre de 2003, en los bajos del Congreso Nacional.
Irías, junto al periodista Alex Espinal, cubrían la manifestación estudiantil que protestaba ante la decisión del Ministerio de Educación de eliminar este año las recuperaciones para ser sustituidas por una escuela vacacional pagada. También protestaron por la elevación, a partir del otro año, el índice académico de 60 a 70 por ciento para poder aprobar el grado.
Según los estudiantes de secundaria, estas acciones lo que buscan, en el fondo, es privatizar la educación en el país, algo que ha sido desvirtuado por las autoridades al indicar que el propósito es elevar la calidad educativa en los educandos. No obstante, el anuncio de crear una escuela vacacional pagada, por un monto de ocho dólares al mes, (tiempo que dura el período de recuperación) fue el detonante para la manifestación que culminó con un enfrentamiento entre los jóvenes y la policía.
En el desarrollo de los acontecimientos, el camarógrafo del Canal 66 quedó atrapado en medio de la turba de estudiantes, quienes procedieron a agredirlo y romper su equipo de trabajo, valorado en 50 mil USD. Igual suerte corrieron otros periodistas que intentaron rescatar al camarógrafo de la golpiza recibida.
Para el periodista Espinal, compañero de Irías en el Canal 66, lo que ahí se produjo fue una flagrante violación a la libertad de expresión y exhortó a sus colegas a solidarizarse y condenar el hecho.
La protesta de la prensa no se hizo esperar. El 9 de octubre, las autoridades del Instituto Central «Vicente Cáceres», junto al Consejo de Estudiantes, ofrecieron una disculpa pública al camarógrafo, al periodista del canal (que salió ileso) y a la prensa en general, comprometiéndose a pagar el equipo destruido y a iniciar una investigación para sancionar a los responsables.
Según Erlinda Madrid, presidenta del Consejo de Estudiantes del Central «Vicente Cáceres», la protesta tuvo el propósito de llamar a la reflexión a las autoridades educativas por su decisión, y buscar el apoyo de otros colegios. Añadió que, en el caso de la agresión del camarógrafo, lamentamos el incidente, pero los ataques los inició la policía».
«Se armó el relajo, la policía hirió a uno de nuestros compañeros, le pusieron la pistola en la cabeza y a mí me golpearon en la espalda. En el caso del camarógrafo habría que preguntarse que les hizo él (a los compañeros), ya que la prensa siempre ha tratado a los alumnos del Central como si todos fuéramos delincuentes», agregó.
El hecho sucedido el 8 de octubre en contra de la prensa es el segundo que se produce en los últimos tres años por parte de algunos sectores sociales. El primero fue en el 2001, cuando miembros del sindicato de trabajadores de la estatal Universidad Nacional Autónoma de Honduras quisieron tomarse las instalaciones de una emisora capitalina por difundir un informe presuntamente falso.
Este comunicado, así como reportajes y otra información relacionada al caso, se encuentran en:
http://probidad.org/honduras/libexp/2003/030.html
Esta alerta ha sido preparada por PFC con información del Comité por la Libre Expresión (C-Libre).