(IPYS/IFEX) – El 5 de junio del 2002, la Fiscalía General de la Nacion precluyo la investigacion contra Bernardo Hoyos Montoya, sacerdote, dos veces alcalde de Barranquilla, departamento de Atlántico, y actual senador electo, en la investigacion sobre su participacion como presunto autor intelectual del asesinato de Carlos Lajud Catalán. Lajud Catalán murio el 19 […]
(IPYS/IFEX) – El 5 de junio del 2002, la Fiscalía General de la Nacion precluyo la investigacion contra Bernardo Hoyos Montoya, sacerdote, dos veces alcalde de Barranquilla, departamento de Atlántico, y actual senador electo, en la investigacion sobre su participacion como presunto autor intelectual del asesinato de Carlos Lajud Catalán.
Lajud Catalán murio el 19 de marzo de 1993 en Barranquilla tras recibir dos disparos y sufrir el robo de material periodístico cuando se dirigía a la emisora donde laboraba. La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) determino como posible movil del asesinato las «críticas y denuncias sobre asuntos de corrupcion en la administracion pública de la region y sobre narcotráfico».
Dos días después del crimen se detuvo a tres personas que fueron condenadas y después absueltas y puestas en libertad en 1996, pues se probo su inocencia. Más adelante, por el delito de homicidio agravado con fines terroristas, fue detenido en 1999, Alfonso Segundo Zapata Pérez, quién fue dejado en libertad, pero sigue vinculado a la investigacion. Ese mismo año fue capturado, por los mismos cargos, Alfredo de Jesús Liévano Alcocer, de quien se adelanta su juzgamiento, proceso de audiencia pública cuyo fin está previsto para este 14 de junio. Otro de los presuntos autores materiales, Enrique Sornoza, alias Garnacha, fue asesinado en 1994.
Hoyos Montoya siempre reacciono públicamente muy fuerte ante las acusaciones, cuestionamientos y burlas que hacía Lajud Catalán de su gestion y de su persona. En diciembre de 2000 Hoyos Montoya fue llamado a indagatoria vinculándolo formalmente al proceso. «Son perros alquilados y no profesionales. Usan sus microfonos para destruir y dividir a la comunidad», dijo Hoyos Montoya ante un auditorio reunido en un templo catolico un día antes de la muerte de Lajud Catalán.
En marzo de 2001, una fuente de la Fiscalía revelo al IPYS que habían varias pruebas que comprometían a Hoyos Montoya, entre ellas el testimonio de dos personas en Barranquilla. «Ellos entregaron a los investigadores informacion que lo señala como determinador del crimen», afirmo en su momento la fuente. Luego se supo que testimonios claves en el proceso se traspapelaron.
El Fiscal de la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía que lleva el caso determino que lo que había eran «Situaciones de oídas o simplemente presunciones». El fiscal anuncio que «luego del análisis conjunto de diferentes pruebas recolectadas a lo largo del proceso no hay ninguna, que de manera directa, incrimine al señor Hoyos». La decision se toma luego de que éste interpusiera una accion de tutela para que le calificaran el proceso y le resolviera su situacion definitiva.
Familiares de Lajud Catalán manifestaron al IPYS su total rechazo a esta decision y dijeron que la forma en que se ha desarrollado el proceso es una demostracion de la impunidad existente. Además agregaron que es increíble que casi diez años después del crimen aún la justicia no determine con claridad la autoría intelectual del crimen.