(RSF/IFEX) – El 13 de octubre de 2008, Damien Fellous, fotógrafo profesional del Instituto Nacional Sindical (sindicato local), cubría en Palmira (Valle del Cauca, Sudoeste) las manifestaciones organizadas por los cortadores de caña de azúcar, en huelga por casi un mes. Iba acompañado de dos amigos franceses, que se encontraban en el país para una […]
(RSF/IFEX) – El 13 de octubre de 2008, Damien Fellous, fotógrafo profesional del Instituto Nacional Sindical (sindicato local), cubría en Palmira (Valle del Cauca, Sudoeste) las manifestaciones organizadas por los cortadores de caña de azúcar, en huelga por casi un mes. Iba acompañado de dos amigos franceses, que se encontraban en el país para una corta estancia, uno de los cuales es el ex periodista Julien Dubois, que estaba haciendo localizaciones en la zona para realizar un documental sobre la represión del movimiento social en Colombia.
Detenidos por el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) para un control migratorio, los tres franceses fueron llevados a Cali (capital del Departamento), y después trasladados por carretera, por la noche, a las oficinas del DAS en Bogotá. Mientras que a Fellous le dejaron en libertad por la mañana, Dubois y su amigo Joris Prot fueron expulsados el día siguiente, después de permanecer detenidos sin traductor alrededor de treinta horas, veinticuatro de ellas sin poder comunicar con el exterior. Acusados oficialmente por el DAS de «participar en actividades políticas», «apoyando» a los huelguistas con su presencia, a los dos expulsados se les ha prohibido estar en territorio colombiano por los próximos cinco años. Contactados por Reporteros sin Fronteras, Fellous y Dubois se han quejado de métodos y sanciones desproporcionados. Entre otras cosas, el fotógrafo se muestra sorprendido de que «a los extranjeros que participaron, en febrero pasado, en la marcha contra las FARC, no se les sometiera a ningún control ni procedimiento judicial».
«Nos preocupa mucho la actitud de las autoridades colombianas, en materia de libre circulación de la información en períodos de agitación social, y más aun porque este incidente se produce tras la expulsión hace dos semanas, y por los mismos motivos, de la ciudadana alemana Christina Friederika Müller, que estaba investigando por cuenta de varias organizaciones de defensa de los derechos humanos», ha declarado Reporteros sin Fronteras. «Esperamos que las autoridades no intenten restringir la libertad de movimiento de los ciudadanos extranjeros que se encuentran observando las zonas donde se producen manifestaciones de gran alcance». Como Fellous sigue residiendo en Colombia, Reporteros sin Fronteras pide que no le pongan ningún obstáculo cuando, dentro de seis meses, tenga que renovar su visado.