(PROBIDAD/IFEX) – La agresividad contra el personal de la emisora Radio Progreso y el sacerdote jesuita, Ismael Moreno, por parte de las autoridades municipales aumentó de tono el 14 de diciembre de 2006 al advertirle al religioso que se «cuidara y dejara de hablar tanta mierda», denunció personal de la emisora al Comité por la […]
(PROBIDAD/IFEX) – La agresividad contra el personal de la emisora Radio Progreso y el sacerdote jesuita, Ismael Moreno, por parte de las autoridades municipales aumentó de tono el 14 de diciembre de 2006 al advertirle al religioso que se «cuidara y dejara de hablar tanta mierda», denunció personal de la emisora al Comité por la Libre Expresión (C-Libre).
El 14 de diciembre personal de Radio Progreso, en la norteña ciudad de El Progreso, Yoro, se abocó a la municipalidad para solicitar apoyo de la policía municipal con motivo de las festividades del 50 aniversario de la emisora el 16 de diciembre.
No obstante, el regidor liberal de la comuna edilicia, Otto Sorto, molesto por un comentario editorial de la radio a cargo del sacerdote Ismael Moreno, dijo a los representantes legales de esa emisora que «cómo se atreven a hacer esa solicitud, si la radio solo anda hablando mierda del alcalde y de la municipalidad».
«Y díganle a ese cura que ya deje de hablar tanta mierda, que mejor se cuide porque le puede pasar algo», denunció el sacerdote Ismael Moreno al C-Libre, sorprendido por la sensibilidad que en los últimos tres meses ha tenido personal y regidores de esa municipalidad contra la estación radial de la iglesia católica.
En octubre de 2006, el periodista José Peraza fue objeto de una agresión por funcionarios municipales molestos porque el reportero preguntó a su entrevistado, Jorge Alemán, administrador de la comuna, acerca del estado de embriaguez en que se encontraba al momento de brindar declaraciones sobre el presupuesto municipal.
«¿Por qué usted anda en esas condiciones de embriaguez en su trabajo?», preguntó Peraza al administrador Alemán, con quien días atrás había concertado una audiencia para hablar el 11 de octubre, sobre la ejecución del presupuesto municipal en la ciudad de Progreso, en el norteño departamento de Yoro, donde tienen la sede principal en Honduras los sacerdotes Jesuitas.
Ante la pregunta del comunicador, la empleada municipal, Lucy Padilla, se le abalanzó y le arrebató el micrófono, tras soltar una serie de insultos e improperios al grado de llamar a la policía municipal para que sacara al periodista Peraza de la sede de la alcaldía.
La agresión contra el comunicador trascendió a la opinión pública y la municipalidad procedió a destituir al administrador, pero curiosamente, hace más de un mes, el mismo fue reintegrado por presiones políticas del Congreso, trascendió.
La reincorporación del administrador municipal, sostuvieron las autoridades edilicias, obedece a que éste se comprometió a no embriagarse más, pero desde que él retornó a la alcaldía, los periodistas de Radio Progreso, y José Peraza, en particular, son objeto de intimidaciones y negaciones de acceso a la información.
Existe, según los reporteros de Radio Progreso, una intimidación permanente y en más de una ocasión el periodista Peraza ha sido objeto de seguimientos por parte de gente desconocida.
Para el sacerdote Ismael Moreno, quien dirige también el Centro de Investigación, Reflexión y Comunicación de la comunidad Jesuita en Honduras, «el tema de la libertad de expresión cada vez se vuelve más delicado en esta ciudad; parece que la impunidad quiere prevalecer sobre la justicia y la razón», expresó.
Esta alerta ha sido realizada por PROBIDAD con información proporcionada por el C-Libre.