(PERIODISTAS/IFEX) – El 8 de agosto de 2002, la gobernadora de Rio de Janeiro, Benedita da Silva, ordeno que dos oficiales de alto rango fueran separados de la Policía Civil estadual por la emision de un informe donde se culpaba al periodista Tim Lopes de haber tomado un riesgo durante una investigacion periodística sobre narcotráfico […]
(PERIODISTAS/IFEX) – El 8 de agosto de 2002, la gobernadora de Rio de Janeiro, Benedita da Silva, ordeno que dos oficiales de alto rango fueran separados de la Policía Civil estadual por la emision de un informe donde se culpaba al periodista Tim Lopes de haber tomado un riesgo durante una investigacion periodística sobre narcotráfico que lo condujo a la muerte en manos de un grupo de criminales. El reportero de la TV Globo desaparecio el 2 de junio y un mes después se comprobo que había sido asesinado.
En el reporte enviado a la 1a Jurisdiccion Criminal de Rio de Janeiro por la jefatura de la Comisaría 22A de la Policía Civil se afirma que Lopes «en el afán de efectuar mejores imágenes de los traficantes se coloco muy cerca del peligro, no vislumbrando la diferencia entre emocion y razon, hecho que ocasiono su detencion y muerte». El expediente señalaba además a las nueve personas consideradas partícipes del crimen, cinco de las cuales se encuentran detenidas.
La gobernadora da Silva se mostro indignada por las afirmaciones críticas de la policía sobre el desempeño de Lopes pues entendio que se culpaba al periodista de su propia muerte, y ordeno la exoneracion -separacion de sus cargos- del comisario Sérgio Rogério Costa Falante y el inspector Daniel Gomes de Lima Freire, ambos de la Comisaría 22a de la ciudad de Rio de Janeiro. La responsabilidad de Gomes como autor del informe paso a ser analizada por la Corregiduria de Seguridad Pública -asuntos internos de las fuerzas de seguridad-.
Da Silva emitio un comunicado donde reconocio que el escándalo del informe policial «genero indignacion en las fuerzas policiales verdaderamente comprometidas con la investigacion y captura de los asesinos del periodista Tim Lopes, y demuestra una vez más el grado de corrosion y deterioro en que se encuentra parte del aparato policial de Rio de Janeiro, y de cuánto se necesita hacer para recuperar la credibilidad de esa importante institucion para la vida de la poblacion». La mandataria anuncio además que se realizaría una nueva investigacion a fin de alcanzar resultados más satisfactorios.
Lopes desparecio la noche del 2 de junio cuando ingreso a la Favela Vila do Cruzeiro, en el norte de Rio de Janeiro, para recabar imágenes y datos sobre el accionar de las bandas de narcotráfico en las favelas. Desde entonces las autoridades estaduales y la Policía Federal no han logrado más que elaborar hipotesis y hacer detenciones que no permiten reunir los elementos suficientes para resolver totalmente el crimen ni atrapar a sus principales autores.
Los investigadores policiales consideran probado que Lopes fue atrapado, torturado y asesinado por el grupo criminal Comando Vermelho, una banda de más de 300 hombres armados que domina las favelas del norte de Rio de Janeiro. La banda es liderada por Elias Pereira da Silva, alias «Elias Maluco», quien habría sido el ejecutor final del asesinato mediante un golpe de espada del tipo samurai y habría ordenado el descuartizamiento e incineracion del cadáver. Estas conclusiones son producto del testimonio de habitantes de las favelas de la zona y de criminales detenidos luego del crimen.
Dos de ellos, Fernando Sátiro da Silva, alias «Frei», y Reinaldo Amaral de Jesus, alias «Cadê», relataron que luego de ser sorprendido en la favela portando una microcámara oculta, Lopes fue llevado por orden de Pereira da Silva a un lugar en la Favela da Grota, proxima a Vila do Cruzeiro, donde los criminales suelen ejecutar a sus víctimas. Junto a Pereira da Silva habrían estado otros integrantes de alta jerarquía entre los narcotraficantes, André da Cruz Barbosa, alias «André Capeta», Maurício de Lima Matias, alias «Boizinho», y Renato Souza, alias «Ratinho». De Lima Matias murio en un tiroteo con efectivos de la fuerza el mismo día que fue conocido el informe policial, mientras los tres restantes siguen profugos.
El diario «Jornal do Brasil» sostuvo que es posible que los tres sospechosos no puedan ser juzgados. «De acuerdo con la fiscal Viviane Tavares Henriques, si los imputados que aún están en libertad fueran presos, no se entregaran o no presentaran abogados, el proceso será suspendido», señalo el matutino.