(IPYS/IFEX) – «Extranjero que venga aquí a decir algo que sea una afrenta contra el país, el gobierno o contra el presidente, lo expulsaremos. He girado instrucciones a partir de ahora»; así se expreso el presidente Hugo Chávez el 10 de junio de 2001, en acto celebrado con inversionistas internacionales en la sede de la […]
(IPYS/IFEX) – «Extranjero que venga aquí a decir algo que sea una afrenta contra el país, el gobierno o contra el presidente, lo expulsaremos. He girado instrucciones a partir de ahora»; así se expreso el presidente Hugo Chávez el 10 de junio de 2001, en acto celebrado con inversionistas internacionales en la sede de la corporacion estatal Petroleos de Venezuela (PDVSA).
Con esas declaraciones, el primer mandatario encendio la más candente polémica de los últimos meses en Venezuela, porque todos los sectores políticos y sociales salieron al paso frente a lo que consideran una medida que contradice a la Constitucion de la República.
El ex candidato presidencial Eduardo Fernández manifesto que el marco constitucional permite a todos los ciudadanos expresar libremente su pensamiento, por lo que no puede tolerarse una medida de tal naturaleza.
El anuncio de Chávez se produjo como reaccion a las declaraciones ofrecidas por la ex candidata Presidencial del Perú, Lourdes Flores, quien en un foro sobre políticas públicas celebrado entre el 7 y 8 de junio en Caracas, manifesto que el presidente venezolano tenía rasgos de coincidencia con el ex mandatario peruano Alberto Fujimori.
El presidente del parlamento venezolano, el diputado oficialista William Lara, salio a la defensa del gobierno el 12 de junio, cuando desde la tribuna de la Asamblea Nacional, aseguro que en «ningún país del planeta tierra se permite que un extranjero ofenda la gestion de un presidente».
El artículo 57 de la Constitucion venezolana, recién aprobada en diciembre de 1999, señala que «toda persona tiene derecho a expresar libremente sus pensamientos, sus ideas u opiniones de viva voz, por escrito o por cualquier otra forma de expresion… sin que pueda establecerse censura». En este y otros artículos, el texto constitucional no distingue entre opiniones de nacionales o extranjeros.
Sin embargo, el ministro de Interior y Justicia, Luis Miquilena, a quien le correspondería ejecutar la polémica medida por los asuntos atinentes a su despacho, manifesto el 12 de junio que estaba listo para cumplir con la expulsion de cualquier extranjero que en suelo venezolano se atreva a criticar al gobierno y en especial, al presidente Chávez.