El periodista argentino Aníbal Palma denunció haber sido golpeado brutalmente, picaneado y amenazado de muerte por un empresario local de medios y dos de sus empleados.
(FOPEA/IFEX) – 1 de septiembre de 2012 – El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) manifiesta un enérgico repudio a la grave agresión recibida anteayer por Aníbal Palma, propietario de FM Génesis de Ingeniero Juárez (Pcia. de Formosa, localidad ubicada a 460 kms. al oeste de la capital provincial), quien denunció haber sido golpeado brutalmente, picaneado y amenazado de muerte por el empresario local de medios Gregorio Monzón y dos de sus empleados, según su relato a nuestra comisión de Monitoreo de Libertad de Expresión y su denuncia policial.
En declaraciones a medios locales, Monzón desmintió haber torturado a Palma, aunque admitió que mantuvieron una pelea. También dijo que Palma le hizo un reclamo laboral en la justicia.
El propietario de FM Génesis fue hospitalizado y Monzón estuvo detenido durante la noche, y fue liberado en la mañana del 31 de agosto, porque se consideró que las agresiones habían sido «leves». Sin embargo, Palma dijo tener quemaduras en su rostro y su cuerpo, y también en la ropa que llevaba puesta.
Palma señaló a FOPEA que está atemorizado por lo que pudiera sucederle a él y a su familia, que pasó la noche de anteayer con custodia policial, y también por su hermana Liliana, copropietaria de la radio, quien también recibió amenazas. Lo mismo que su abogado, Pedro Cortés, a quién le tiraron una bomba incendiaria esa misma noche en su camioneta. La radio de Palma, FM Génesis, estuvo cerrada ayer, por el temor de sus propietarios a que sea atentada. Hoy volvió a transmitir.
FOPEA reclama la urgente intervención policial para proteger la vida de Palma y de su familia, la cual debe formar parte de un compromiso mayor por parte del poder político provincial, incluyendo al gobernador Gildo Insfrán; e insta a la justicia a investigar todos los hechos y sancionar a los responsables.
Por otra parte, FOPEA también hace un llamado de atención a los periodistas a ejercer su labor de manera responsable y respetuosa de los más altos estándares éticos, más allá de que ninguna expresión justifica una agresión como respuesta.