La noche del 4 de octubre de 2012 dos sujetos que se identificaron como integrantes del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) instalaron tres artefactos explosivos en las oficinas de la radio privada Guyra Campana, en la ciudad de Horqueta.
(RSF/IFEX) – La noche del 4 de octubre de 2012 dos sujetos que se identificaron como integrantes del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) instalaron tres artefactos explosivos en las oficinas de la radio privada Guyra Campana, en la ciudad de Horqueta (departamento de Concepción, que colinda al norte con Brasil). Dos de las bombas dañaron severamente las instalaciones de la estación, sacando del aire la emisión; el tercer explosivo fue desactivado por la policía. Reporteros sin Fronteras se une al Sindicato de Periodistas del Paraguay (SPP) para pedir justicia y protección para los periodistas víctimas del ataque y, de manera general, para todos aquellos que ejercen su oficio en regiones de alto riesgo, entre las que se encuentra Concepción.
“En una misión efectuada en 2011, Reporteros sin Fronteras pudo constatar el grado de aislamiento y de exposición al peligro en que se encuentran los periodistas de este territorio, donde padecen una doble amenaza, la de los cárteles y la del EPP. Debe elaborarse un verdadero protocolo de seguridad en conjunto con las organizaciones gremiales para que los periodistas puedan desarrollar su trabajo sin miedo a represalias y sin autocensura. ¿Es prudente que medios de comunicación tan expuestos al peligro difundan las promesas de recompensa del gobierno para quien identifique o capture a los miembros del EPP? Esto implica incluso la responsabilidad de los mismos medios de comunicación hacia su personal”, declaró Reporteros sin Fronteras.
César Rojas, director y propietario de Guyra Campana, relató que a alrededor de las 21:00 horas, cuando la locutora Teresa Fleitas conducía su programa, dos sujetos llegaron en motocicleta e irrumpieron en las oficinas de la estación. Los agresores, que portaban armas automáticas, ordenaron al personal que evacuara el local porque venían “a hacer volar la radio”.
Los hombres también advirtieron que tres periodistas “deben prepararse para morir”: Freddy Rojas, hijo de César y corresponsal del diario ABC Color en la región, así como los locutores Juan Benítez y María Victoria Piccardo, debido a sus críticas al EPP. En un comunicado que dichos individuos distribuyeron en el lugar, dirigido a los “señores periodistas de Concepción y Horqueta”, el grupo armado denunció la “campaña sucia” de la que ha sido objeto en los medios de comunicación. El EPP, que actúa bajo esa denominación desde el año 2008, se reivindica como una organización guerrillera al servicio de la causa de la reforma agraria. No obstante, sus acciones –secuestros, extorsiones– recuerdan más los métodos del crimen organizado.
Según la información que poseemos, la radio y los periodistas amenazados deberían gozar muy pronto de un operativo especial de protección y sus instalaciones estarían siendo restauradas.
El clima político generado por el golpe de Estado parlamentario que derrocó al presidente Fernando Lugo el 22 de junio de 2012, sumado a una inseguridad ya de por sí muy elevada, pesa fuertemente sobre el gremio. Un temor particular acecha a las radios comunitarias, que abundan en los territorios rurales.