Por el peculiar comportamiento de los agresores, el vicefiscal del Estado comentó que el móvil del hecho no fue un robo común, sino que se trataba de un acto de amedrentamiento por el labor periodística de Betsy Hidalgo Rosales.
(CEPET/IFEX) – México, 19 de octubre de 2011 – Desconocidos irrumpieron en el domicilio de la comunicadora Betsy Hidalgo Rosales, reportera del Sistema Informativo Lobo de la Universidad Autónoma de Durango, la madrugada del pasado viernes 14 de octubre de 2011.
Los hechos ocurrieron en la capital duranguense, en el norte de México, mientras la comunicadora y su madre dormían. Al ser sorprendidos, los intrusos encerraron a las dos mujeres en una de las habitaciones.
«Según las investigaciones, estuvieron varias horas dentro de la casa, porque la recorrieron, extrajeron del refrigerador los alimentos dejándolos en el piso y comieron pastel, encendieron todas las luminarias de la casa y en el único lugar donde hurgaron fue en mi recámara, de donde se llevaron mi laptop y una memoria de la computadora».
«De mi cartera seleccionaron y se llevaron las credenciales y fotos personales, así como ropa interior que tomaron de mi cajón y el perfume que yo usaba. De mi mamá se llevaron la cartera completa y sobre la cama de una de las habitaciones que no ocupamos, dejaron unos tenis de hombre», detalló Hidalgo Rosales al CEPET.
Agregó que los hombres que ingresaron a su domicilio se llevaron de la cochera su automóvil, no así el de su madre, que es de modelo más reciente y tenía las llaves puestas.
Tres días antes de la irrupción a su domicilio, Hidalgo Rosales, de 27 años, quien también conduce un programa de radio y su labor periodístico consiste en hacer análisis políticos, había difundido a través de Twitter una columna publicada en el periódico «Siglo de Durango», firmada por el periodista Noel Pérez, en la que cuestionaba el ingreso de Alejandro Castro a la Fundación Colosio.
Unos dos meses antes, también vía Twitter, Hidalgo Rosales cuestionó la bonanza de un medio de comunicación que dirige un familiar del gobernador del estado, mientras que otros han sido cerrados por la crisis en sus finanzas.
Por el peculiar comportamiento de los agresores dentro de su casa, el vicefiscal del Estado, Javier Castrejón, refirió la comunicadora, le comentó que el móvil del hecho no fue un robo común, sino que se trataba de un acto de amedrentamiento por su labor periodística.
El mismo día de los hechos puso la denuncia correspondiente en la Procuraduría General de Justicia del Estado de Durango, y a la fecha no ha habido avances ni detenidos de parte de la institución.
El CEPET lamenta los sucesos y adhiere el criterio de la Relatoría para que las agresiones en contra de periodistas y medios de comunicación que por motivo de su trabajo periodístico, representen un ataque en contra de la sociedad porque vulneran su derecho a estar informada.
Al mismo tiempo, exhorta a las autoridades a que se realice una investigación a profundidad para que estos hechos no queden impunes y se determine si el ataque está vinculado con el trabajo periodístico realizado por Betsy Hidalgo Rosales.