"Ángeles Espinosa es expulsada únicamente por ser testigo de las consecuencias de la política del régimen iraní," dijo la FIP.
(FIP/IFEX) – 11 de octubre de 2010 – La Federación Internacional de Periodistas ha expresado su rechazo absoluto de la decisión del gobierno iraní de anular el permiso de residencia y la tarjeta de prensa de Ángeles Espinosa, corresponsal desde hacía cinco años del diario «El País» en Irán.
«Es otro intento del régimen iraní de silenciar el reporterismo independiente sobre lo que sucede en el país», ha declarado Aidan White, Secretario General de la FIP, quien ha añadido, «Ángeles Espinosa es expulsada únicamente por ser testigo de las consecuencias de la política del régimen iraní. Como otros periodistas expulsados antes, ella es una víctima del secretismo y de la intolerancia de unos líderes con miedo a someterse al escrutinio público».
La FIP apoya a su organización afiliada FAPE (Federación de Asociaciones de Periodistas de España) que considera esa decisión «un castigo directo al trabajo de la periodista española, cuyas coberturas cumplen a rajatabla los principios de objetividad, calidad y compromiso ético de esta profesión».
En su comunicado, la FAPE relaciona la expulsión de Ángeles Espinosa, quien debe salir de Irán antes del 24 de octubre, con la información dada por la periodista sobre el caso de Sakineh Ashtiani, condenada a muerte por lapidación. La periodista señala asimismo que la entrevista con Ahmad Montazerí, hijo de un ayatollah disidente, fue el inicio de esta expulsión. Las autoridades le retiraron entonces el pasaporte y la tarjeta de prensa. Ahora le han devuelto sólo el pasaporte, pero con el permiso de residencia anulado y con la advertencia de que debe abandonar Irán en menos de dos semanas.
«La hostilidad del régimen del presidente Ahmadineyad hacia la libertad de prensa dirige a ese país por el estrecho sendero de una sociedad cerrada», ha concluido White: «Es una tragedia para el pueblo iraní y contribuirá a socavar aún más la relación de Irán con el resto del mundo».
La FIP recuerda que las autoridades iraníes han detenido y encarcelado a docenas de trabajadores de los medios de comunicación, que más de un centenar de periodistas iraníes ha huido hacia el exilio, que – al menos – 20 periódicos han sido cerrados y que miles bitácoras o blogs han sido bloqueados en la Red.