La organización considera las agresiones a periodistas preocupantes ya que afectan la información que recibe la ciudadanía y las decisiones que ellos toman en los comicios.
(FLIP/IFEX) – 28 de octubre de 2011 – La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) manifiesta su preocupación por los hechos ocurridos contra la prensa en esta época pre-electoral. A raíz de estos acontecimientos ocurridos en diversas regiones del país, la FLIP hace un llamado a las autoridades encargadas de garantizar el buen desarrollo de las elecciones para instar a todos los funcionarios púbicos a respetar el oficio de los reporteros el 30 de octubre, día de las elecciones locales.
De las 17 agresiones directas contra periodistas por motivos electorales que registró la FLIP hasta ahora, cuatro sucedieron en el Meta, siendo éste el departamento donde se presentaron mayores dificultades para los periodistas locales que cubren los comicios. De igual forma, la FLIP manifiesta su preocupación por los casos ocurridos en las regiones de Antioquia y Magdalena, que deben ser atendidos con toda urgencia por las autoridades locales y nacionales.
El 13 de octubre en Puerto Gaitán, Meta, tres periodistas de Telesur fueron agredidos por presuntos simpatizantes del partido de la U mientras realizaban imágenes para una nota sobre las regalías del petróleo en la zona y la pobreza del municipio. La reportera Ángela Camacho le comentó a la FLIP: «Se nos pidió un absurdo permiso de autorización, luego llegaron motociclistas y nos agredieron con piedras, nos acusaron de guerrilleros chavistas y nos dijeron que si íbamos allá a hablar mal del alcalde nos iban a linchar». El camarógrafo William Moreno y el conductor Omar acompañaban a Camacho en el marco de su recorrido periodístico. Para el Mayor Wilson Antonio Pedroza Sandoval, comandante de la policía en Puerto Gaitán, el caso fue de menor trascendencia y se debió a una confusión en cuanto al papel de la periodista en la zona por parte de los agresores. Añade que la policía local propuso acompañar a los reporteros de Telesur para que continúen con su labor periodística, pero que estos prefirieron regresar a Bogotá.
En el municipio de Mesetas, Meta también, miembros de la policía local decomisaron los equipos de comunicación y procedieron al cierre de Radio Mesetas Estéreo, el 12 de octubre. Según el periodista Ernesto Arango Restrepo, locutor de la emisora, esta sería una respuesta de la alcaldía para castigarlo por no apoyar la candidatura oficial para los comicios. Añade que durante nueve años no existió ninguna queja en contra de la emisora, que gozaba del apoyo de la mesa humanitaria del Meta. Según la alcaldía, el cierre de la emisora se debió al hecho de que la radio carecía de una matrícula en la cámara de comercio, de permiso para el uso del espacio radioeléctrico y era responsable de una falta de pago de impuestos a la tesorería municipal. Estos argumentos son refutados por el periodista, quien asegura: «Lo único que no tengo es un permiso para el uso del espacio radioeléctrico, y eso es porque cuando creé la emisora no había autoridad competente en la materia en mi región».
En Tarazá, Antioquia, la candidata a la alcaldía, Gladys Rebeca Vides Lujan, presuntamente amenazó de muerte al periodista Luis Carlos Cervantes por investigar temas relacionados con las elecciones en el municipio. Según consta en el acta de denuncia, firmada por Cervantes ante las autoridades judiciales de Tarazá, la candidata a la alcaldía llamó al periodista el 25 de octubre para reclamarle «que dejara de ser metido, que esa era la razón por la que lo querían asesinar y que lo iban a lograr». Este caso preocupa particularmente a la FLIP, ya que Cervantes ha recibido anteriormente amenazas de autores desconocidos y se teme que el contexto electoral pueda representar un aumento en el riesgo que corre cotidianamente el periodista por ejercer su profesión.
El 26 de octubre, en Magdalena, fuentes cercanas a la FLIP denunciaron que el periódico «El Informador» había sido recogido en horas de la mañana en toda la ciudad de Santa Marta y municipios aledaños. Según Cecilia Vives, editora de este medio, a las 7:30 de la mañana les informaron que una camioneta negra con vidrios polarizados se acercó a los puestos de venta para pedir que les vendieran la totalidad de las existencias de este medio. Al interior del medio hay sospechas de que fue por la publicación de una noticia en la cual un candidato a la alcaldía denunciaba un presunto complot para involucrarlo con paramilitares, por medio de falsos testimonios.
Estas agresiones se suman a otras igualmente graves que han ocurrido en varios departamentos del país. La FLIP ha documentado este tipo de ataques contra periodistas en los departamentos de Arauca, Casanare, Cesar, Santander, Guajira y Caldas, además de los citados, Meta, Antioquia y Magdalena.
La FLIP considera estas agresiones a periodistas particularmente preocupantes durante esta época electoral ya que afectan la información que recibe la ciudadanía y, en últimas, las decisiones que ellos toman en los comicios.
A través de estas intimidaciones, es la libertad de toda la ciudadanía la que se ve afectada. Por eso la FLIP renueva su petición a la Registraduría y la Policía Nacional para que garanticen la protección y el acceso de los periodistas a los puestos de votación y las salas de prensa.