(RSF/IFEX) – RSF aplaude la publicación, el 12 de enero de 2004, de las conclusiones del Relator Especial de Naciones Unidas para la Libertad de Expresión y de Opinión, Ambeyi Ligabo, tras su visita a la República Islámica de Irán, efectuada entre el 4 y el 10 de noviembre de 2003. «Las observaciones y las […]
(RSF/IFEX) – RSF aplaude la publicación, el 12 de enero de 2004, de las conclusiones del Relator Especial de Naciones Unidas para la Libertad de Expresión y de Opinión, Ambeyi Ligabo, tras su visita a la República Islámica de Irán, efectuada entre el 4 y el 10 de noviembre de 2003.
«Las observaciones y las conclusiones de este documento oficial confirman el dramático estado en que se encuentra la libertad de prensa en Irán, que RSF viene denunciando desde hace años. Pedimos a las autoridades iraníes, que aceptaron el principio de la visita, que apliquen las conclusiones y propuestas formuladas por Ligabo para permitir lo antes posible la reforma del código de prensa y el código penal, y la evolución de las prácticas judiciales, que actualmente hacen imperar la arbitrariedad en los juicios de los presos de conciencia. Lo mismo que Ligabo esperamos la liberación de todos los periodistas encarcelados, por el ejercicio de su profesión. Esperamos igualmente que no disfruten de ninguna impunidad los asesinos de Zahra Kazemi, y que su cuerpo sea repatriado a Canadá lo más rápidamente posible, de acuerdo con la voluntad de su hijo», ha manifestado Robert Ménard, secretario general de la organización.
Ligabo constató un deterioro de la situación de la libertad de expresión en Irán, con un número creciente de periódicos cerrados y periodistas encarcelados, frecuentemente más allá de la detención provisional legal. La sistemática represión de cualquier opinión crítica con las instituciones políticas o religiosas del régimen instaura un régimen de miedo, que lleva a la autocensura. Entre otras cosas, Ligabo observó procedimientos arbitrarios creados por algunas instituciones judiciales, que se mofan de los derechos más elementales de los acusados, juzgados sin la presencia de un abogado, en procesos a puerta cerrada. Y da testimonio de las durísimas condiciones de detención, especialmente de largos períodos en celdas de aislamiento, comparables a prácticas de tortura.
Ligabo invita a la República Islámica a modificar el marco de los procedimientos judiciales, para adecuarlos a las normas internacionales, y a adoptar una carta de los derechos humanos. Pide que los tribunales revolucionarios no sigan encargándose de los delitos de conciencia, y ordena a las autoridades que supriman las penas de cárcel para los delitos de conciencia, y las infracciones de prensa.
Ligabo es el segundo Relator Especial de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas que efectúa una visita oficial a Irán. Louis Joinet, presidente del grupo de trabajo sobre la detención arbitraria visitó Irán entre el 15 y el 27 de febrero, pero las recomendaciones de su informe no surtieron efecto (ver las alertas de IFEX del 4 de marzo y 19 de febrero de 2003).
Los dos relatores han formulado los mismos atentados, en cuanto a la libertad de prensa y al respeto de los derechos humanos en Irán.
RSF espera que se lleven a cabo los cambios preconizados por Joinet y Ligabo, bajo el control de instancias internacionales, especialmente de organizaciones de defensa de los derechos humanos y de la Unión Europea que, desde 1998, tiene iniciado un diálogo constructivo con el régimen iraní, sobre la cuestión de los derechos humanos.