La casa editorial anunció que se convertirá en una revista de variedades por razones financieros, pero los directores dicen que la decisión se debe a las denuncias de corrupción que se realizaban.
(FLIP/IFEX) – El 3 de febrero de 2010, la Casa Editorial El Tiempo (CEET) anunció a través de un comunicado que su revista «Cambio», publicación nacional semanal sobre la actualidad nacional y política, se convertirá en una revista mensual de variedades argumentando problemas financieros. Sus directores, que fueron despedidos, denuncian que los reales motivos del cierre estuvieron relacionados con su línea editorial.
En su comunicado, la CEET, cuyo mayor accionista es el Grupo Planeta de España, manifestó que el cambio en la publicación se debió a que «el declive mundial de las revistas de actualidad y política derivado de un cambio en los hábitos de los lectores y, como consecuencia de ello, el viraje en las decisiones de inversión de los anunciantes de este tipo de revistas, se ha producido ese ajuste». En ese mismo sentido, el presidente de esa casa editorial, Luis Fernando Santos, manifestó que «estas decisiones no son fáciles, son decisiones de negocios».
No obstante, Rodrigo Pardo, director de la publicación, y María Elvira Samper, editora general, manifestaron que la decisión se debió a la línea editorial de la revista, pues en ella se realizaban fuertes denuncias de corrupción, las cuales en varias ocasiones habían afectado a funcionarios del gobierno.
En diálogo con la FLIP, Samper aseguró que no tiene «ninguna duda» de que la decisión se tomó por la línea editorial de la revista. Señaló que sabe de «fuentes confiables», cercanas a la junta directiva de la CEET, que «Cambio» no era del agrado de los directivos de dicho conglomerado de medios por su postura crítica.
«Eso era evidente, bastaba con leer las columnas de José Obdulio Gaviria (ex asesor presidencial y persona cercana al Grupo Planeta) en las que nos atacaba. Además, constantemente recibíamos ‘mensajes subliminales’ respecto a los temas que manejábamos». Los «mensajes subliminales» a los que se refiere eran llamadas que recibían Samper o Pardo por parte de personas de la junta directiva de la CEET en las que le «sugerían» no tocar ciertos temas, resaltó la editora.
Samper recordó que el ex ministro de Defensa y socio minoritario de la CEET, Juan Manuel Santos, había señalado a los periodistas de la revista «Cambio» como «idiotas útiles». La declaración del ex ministro se dio luego de que «Cambio» publicó un resumen del informe de la Corporación Nuevo Arco Iris, el cual cuestionaba los alcances recientes de la política de «Seguridad democrática» del gobierno.
Samper aseguró que no cree en el argumento de los problemas financieros porque la revista sí había producido utilidades en el último año, contrario a otros medios de esa casa editorial que han generado pérdidas y que no han sido cerrados. Según la editora, los directivos de «Cambio» habían presentado al CEET una propuesta de ajustes para la revista basada en un estudio de nicho que buscaba mejorar los ingresos, pero nunca se dio «al menos un debate» sobre la propuesta.
Por otro lado, el 3 de febrero cuando se conoció el comunicado de la CEET, la casa editorial le notificó a Samper y Pardo que la revista culminaría labores a finales de febrero, por lo cual se debían realizar tres ediciones más. Sin embargo, Samper informó a la FLIP que el 8 de febrero en la tarde, los directivos de la CEET cambiaron su decisión y anunciaron que la revista iba hasta esa semana y no circularía la edición que iba a salir el 11 de febrero. Según Samper, esta nueva decisión se debió a que el siguiente número de «Cambio» iba a estar dedicado al cierre de la revista y tendría varios artículos en los que trataban de evidenciar que había sido una decisión fundamentada en los contenidos periodísticos. Esto había sido anunciado por ella y Pardo en el consejo de redacción de ese mismo día en la mañana.
Finalmente, la decisión se produce en el marco del proceso de adjudicación que el gobierno hace para el futuro tercer canal privado de televisión en Colombia, en el cual el Grupo Planeta se encuentra interesado como única empresa en concurso. Según algunos medios de comunicación, la decisión podría interpretarse como un intento de Planeta por congraciarse con el gobierno para acceder a la licencia del canal.
Sobre el particular la FLIP manifiesta:
La FLIP entiende la difícil situación económica por la que atraviesan los medios de comunicación impresos y las necesidades que tienen de hacer ajustes en ellos.
A su vez, reconoce y defiende la autonomía que tienen los conglomerados de medios de comunicación de seleccionar sus publicaciones, cerrarlas o abrir nuevas, así como despedir directivos, periodistas, columnistas o colaboradores, en los términos que lo contempla la ley. Este derecho está igualmente protegido por la libertad de expresión y el derecho al acceso a la información que tienen los ciudadanos.
No obstante, la FLIP manifiesta su preocupación por el hecho de que estas decisiones puedan tener como propósito silenciar investigaciones, denuncias y perspectivas críticas.
Resultaría más grave aún que la revista «Cambio» haya sido cerrada por los contenidos periodísticos que emitía y que, como lo denuncian sus directivos, se haya impedido la próxima edición por los temas que iban a ser publicados.