(RSF/IFEX) – RSF denuncia las maniobras de acoso, intimidación y chantaje, orquestadas por la Seguridad del Estado contra los periodistas independientes Osmel Sánchez López, Ernesto Roque y Ana Rosa Veitía, los días 18 y 21 junio de 2005. «Una vez más acosan a algunos periodistas porque quieren hacer su trabajo libremente. Las repentinas citaciones en […]
(RSF/IFEX) – RSF denuncia las maniobras de acoso, intimidación y chantaje, orquestadas por la Seguridad del Estado contra los periodistas independientes Osmel Sánchez López, Ernesto Roque y Ana Rosa Veitía, los días 18 y 21 junio de 2005.
«Una vez más acosan a algunos periodistas porque quieren hacer su trabajo libremente. Las repentinas citaciones en las comisarías, las amenazas de cárcel y las confiscaciones de material, forman parte de una estrategia para desmoralizar a la prensa independiente, 21 de cuyos representantes permanecen encarcelados en condiciones execrables. De hecho, cuando no están detenidos, los periodistas cubanos se encuentran en libertad condicional», ha declarado RSF.
Sánchez López, periodista independiente que en un tiempo fue corresponsal de Radio Martí, fue citado por la policía política el 18 de junio, en la comuna de Venezuela (provincia de Ciego de Avila, Centro). «Un oficial, que decía llamarse Jesús, me interrogó durante tres horas. Sobre todo, me ordenó que cesara en mis actividades y me prohibió que volviera a ver a Juan Carlos González Leyva, el director de la Fundación Cubana de Derechos Humanos», ha explicado el periodista a RSF. «Si no, me caerían cuatro años de prisión incondicional por «peligrosidad social pre-delincuente». El periodista asegura que no le maltrataron físicamente pero dijo que, durante toda la entrevista le estuvieron gritando, insultando y amenazando.
«Después de la citación, los policías me subieron a un jeep y me dejaron, en plena noche, en el campo, a cuatro kilómetros de mi casa», ha proseguido Sánchez López, quien no piensa ceder a las exigencias de la Seguridad del Estado. «Continuaré haciendo mi trabajo, escribiendo artículos de sociedad en los que a veces denuncio las malas condiciones en que vive mi pueblo». El periodista, que es viudo y cuida él solo de sus dos hijos de 10 y 12 años, teme que le vuelvan a citar.
Según el sitio Cubanet, Roque y su mujer Veitía, ambos miembros de la Unión de Periodistas y Escritores Cubanos Independientes (UPECI), fueron citados e interrogados por separado el 21 de junio, en La Habana, por seis agentes de la Seguridad del Estado. A la pareja le conminaron a entregar todos los documentos relativos a la reunión de la Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales (FLAMUR), que preside Veitía, prevista para el 25 de junio. Después, la policía llevó a la pareja a su casa y procedió a efectuar un largo registro, que terminó con la confiscación de una cámara de vídeo, un aparato digital, medicinas, dinero e incluso comida. Uno de los agentes, que se presentó a Roque con el nombre de Reinier y que a Veitía le dijo que se llamaba Carlos, informó a ambos periodistas que «el proceso» que iban a enfrentar no había hecho más que empezar, y les advirtió que las autoridades impedirían la celebración de la reunión de la FLAMUR.