(ARTICLE19/CENCOS/IFEX) – Lo que sigue es un comunicado de prensa de ARTICLE 19 y CENCOS, con fecha del 3 de abril de 2009: Clausura arbitraria de una televisora local al sur del país amenaza la libertad de expresión en la región México D.F., 3 de abril de 2009 (ARTICLE19 / Cencos). – El 13 de […]
(ARTICLE19/CENCOS/IFEX) – Lo que sigue es un comunicado de prensa de ARTICLE 19 y CENCOS, con fecha del 3 de abril de 2009:
Clausura arbitraria de una televisora local al sur del país amenaza la libertad de expresión en la región
México D.F., 3 de abril de 2009 (ARTICLE19 / Cencos). – El 13 de enero, en el municipio de Hecelchakán, Campeche sureste, autoridades locales clausuraron la estación de televisión local «Televiva», alegando irregularidades fiscales. Recientemente, la televisora ha tenido diversos desacuerdos con la municipalidad y ha recibido agresiones y amenazas en contra de su personal y su director, Pascual Villagrana.
La televisora «Televiva» tenía un acuerdo con la municipalidad en materia fiscal en el que estuvieron exentos de impuestos durante cuatro años. Cuando las nuevas autoridades les informaron de un cambio de status de su situación fiscal, el director de la televisora intentó averiguar el monto de su deuda, pero los funcionarios de la municipalidad le negaron la información.
La clausura de la televisora incurrió dentro de varias irregularidades, como la carencia de notificación previa, falta de firmas correspondientes y anomalías en las fechas de los documentos. Villagrana hizo una petición por escrito para que le fuera explicado el cierre de la estación, sin que recibiera respuesta. La televisora continúa fuera del aire, lo que impide su labor periodística.
Los roces con funcionarios municipales, como cuenta el propio periodista, se remontan a 2007 con la transmisión de un programa de cable que entrevistaba a ciudadanos sobre asuntos de la comunidad. Lo anterior provocó varias discusiones con las autoridades, ya que se criticaban e hicieron públicas muchas de las irregularidades de la administración local. También habló de la cobertura de un conflicto social que involucró a taxistas de la entidad y la consecuente negativa de su personal de cubrirlo parcialmente a favor de las autoridades. Estos son los hechos que señala el director de la estación como el principal móvil de hostigamiento hacia su televisora.
En entrevista con ARTICLE19, Villagrana numeró diversas acciones en su contra, y en contra de sus trabajadores y las instalaciones de la televisora. El domingo 3 de diciembre de 2007, personas no identificadas ingresaron a sus oficinas y rociaron ácido muriático, provocando daños materiales irreparables en sus equipos. También denuncia haber recibido llamadas telefónicas de advertencia pidiéndole que desista de hablar en contra del presidente municipal o de lo contrario «sufrirá las consecuencias».
Actualmente se han iniciado acciones legales para fincar responsabilidades, sin que se haya hecho justicia ni sentenciado a los culpables de las amenazas y hostigamiento. Durante una ceremonia cívica pública en enero del presente año, y justo antes de la clausura de la televisora, el presidente municipal hizo explícito que haría todo lo posible para «deshacerse de la estación» ya que «desestabilizaba la municipalidad».
El impedimento a la estación de televisión para conocer su situación jurídica y fiscal, para regularizar sus transmisiones, es un obstáculo al ejercicio pleno de la libertad de expresión. Lo anterior constituye una flagrante disonancia con la legislación nacional y los compromisos internacionales firmados por el Estado mexicano en el marco de la Convención Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
Los recientes ataques contra «Televiva» en Campeche son un doble obstáculo para la libertad de expresión ya que se vulnera un derecho individual a la vez que el derecho colectivo de la sociedad a estar informada. Al mermar el libre acceso a la información, así como la pluralidad y diversidad de los medios e ideas, una sociedad carecerá de los recursos necesarios para tomar decisiones de una manera auténticamente informada y así participar en el proceso democrático.