En medio de este clima social explosivo, RSF hace un llamado a los poderes públicos para que controlen a sus efectivos, así como a los manifestantes para que contengan los peligrosos disturbios.
(RSF/IFEX) – 15 de septiembre de 2011 – Las protestas estudiantiles continúan con toda su amplitud e intensidad. En este contexto, Reporteros sin Fronteras manifiesta su preocupación por las manifestaciones de hostilidad, cada vez más recurrentes, contra los periodistas presentes en las protestas. El día de conmemoración del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 también comportó su dosis de violencia. En medio de este clima social explosivo, la organización hace un llamado a los poderes públicos para que controlen a sus efectivos, así como a los manifestantes para que contengan los peligrosos disturbios.
«Las detenciones arbitrarias y las agresiones dirigidas a periodistas al margen de las manifestaciones eran raras hasta hace tres semanas. El movimiento estudiantil, que también manifiesta el cuestionamiento de un modelo mediático por parte de toda sociedad, ha demostrado durante mucho tiempo unidad y constancia pese a la severa represión de las fuerzas del orden. Sin embargo, la primavera chilena corre el riesgo de ensombrecerse, en particular para los periodistas, expuestos a la vez a los abusos de los carabineros y a la actitud beligerante de los manifestantes más radicales. Esta situación llama a una vigilancia real de los actores del conflicto, que no debe afectar el libre ejercicio del derecho de informar. Por ello, exigimos que desde ahora se emprendan investigaciones por los hechos más graves que se han registrado», declaró Reporteros sin Fronteras.
Uno de los episodios más significativos de estos momentos de represión fue la detención, durante más de seis horas, de Raúl Flores, director de la revista digital Dilemas (www.dilemas.cl), el 8 de septiembre de 2011 en Santiago. El periodista seguía a un grupo de manifestantes preparatorianos cuando un pelotón de carabineros, al que señaló que era periodista y mostró su acreditación, lo arrestó. Los carabineros borraron todas las fotografías que había tomado, así como el audio que había grabado.
El 25 de agosto, día de huelga general, un corresponsal del diario Hispanoamerican Newspaper de Australia, Omar Iturrieta, y un fotógrafo colaborador de la agencia Reuters, Cristóbal Saavedra, sufrieron agresiones en la capital. Pese a su acreditación, visible, un carabinero le dio un porrazo a Omar Iturrieta durante una manifestación frente al Ministerio de Educación. Cristóbal Saavedra corrió la misma suerte cuando cubría la detención de un grupo de estudiantes.
El mismo 25 de agosto, por la mañana, carabineros emprendieron un asalto contra el canal comunitario Señal 3, en La Victoria, al sur de la capital; agredieron a cinco empleados y destruyeron parte del material ( http://www.youtube.com/watch?v=Sal2qz1EZjI ).
El 1 de septiembre pasado las fuerzas del orden amenazaron con «dispararle» al fotógrafo independiente Iván Alvarado, que presenciaba la ocupación del Ministerio de Educación por parte de un grupo de estudiantes. El mismo día en Valparaíso, frente a la sede del Congreso, a Rodrigo Garrido, fotógrafo de la agencia Reuters, le dañaron su material cuando era testigo de la detención de varios estudiantes, así como del intento de detención de un colega.
Dos periodistas argentinos sufrieron agresiones el 11 de septiembre durante la conmemoración del golpe de Estado. Golpeado por desconocidos encapuchados, Mario Giordano, de la cadena Canal 7, tuvo que ser trasladado al hospital y estuvo de baja durante dos días. Los agresores destruyeron su material e hirieron en la mano a su camarógrafo, Marcos Novo.
La controversia continúa por el asalto de la sede del Partido Comunista (PC), llevado a cabo por un grupo de estudiantes radicales el 13 de septiembre de 2011. Durante el asalto un periodista web y director del canal en línea The Clinic Online, Ronnie Fuentes, y su asistente, José Mañodes, fueron agredidos violentamente y despojados de su material de video. La violencia contra los periodistas fue atribuida a miembros del PC, partido que acusa a los asaltantes de ser: «fascistas disfrazados de ultra izquierdistas» ( http://www.youtube.com/watch?v=9LdPhfvNfzg ). Si, como afirman los periodistas, los militantes del partido robaron ese material, la dirección del PC debe exigirles que lo devuelvan a sus propietarios.