**Este informe es una traduccion en español de la alerta de IFEX distribuida en francés el 28 de junio 2000** (RSF/IFEX) – Lo que sigue es un informe de RSF del 29 de junio 2000: Mision de Reporteros sin Fronteras en el País Vasco español 31 de mayo – 2 de junio de 2000 Los […]
**Este informe es una traduccion en español de la alerta de IFEX distribuida en francés el 28 de junio 2000**
(RSF/IFEX) – Lo que sigue es un informe de RSF del 29 de junio 2000:
Mision de Reporteros sin Fronteras en el País Vasco español
31 de mayo – 2 de junio de 2000
Los periodistas, en la mira de ETA
Hasta un centenar de periodistas bajo proteccion oficial o privada y una decena de profesionales «exiliados» del País Vasco
Junio 2000
Introduccion
Medio centenar de periodistas y editores con escolta policial, en el País Vasco y en Madrid. Hasta un centenar, bajo proteccion oficial o privada. Una decena de profesionales «exiliados» del País Vasco hacia Madrid. Sedes de los medios de comunicacion acorazadas con medidas de seguridad… Dentro y fuera del País Vasco español, los medios y periodistas, ya sean «vascos traidores» o «invasores españoles», que no comparten las tesis nacionalistas radicales, están amenazados por la organizacion independentista armada Euskadi ta Askatasuna (ETA). Ésta y su entorno social han emprendido contra ellos una campaña de violencia creciente.
Esa espiral de violencia, denunciada el pasado 3 de Mayo en Madrid por Reporteros sin Fronteras (RSF), que advirtio premonitoriamente que «podría culminar en breve en una muerte», ha desembocado de momento en el asesinato, el 7 de mayo, de José Luis Lopez de Lacalle, periodista vasco, columnista y consejero de redaccion del diario El Mundo en el País Vasco. La campaña de ETA viene precedida por amenazas, advertencias, listas «negras» y atentados cada vez más graves contra medios y periodistas, dos de los cuales recibieron semanas antes, en Sevilla y en Madrid, sendos paquetes/bomba, desactivados a tiempo. Y el 14 de mayo y el 4 de junio han vuelto a producirse atentados con artefactos explosivos contra los dos periodicos de mayor difusion en el País Vasco.
Según diría el 8 de mayo Arnaldo Otegi, el lider de la formacion política Euskal Herritarrok (EH – «pueblo vasco»), considerada el brazo parlamentario de ETA y que nunca ha condenado los homicidios cometidos por ésta, con el asesinato de Lopez de Lacalle, ETA «acaba de poner sobre la mesa que los medios de comunicacion están planteando una estrategia informativa de manipulacion y de guerra en el conflicto vasco».
Durante su mision, desarrollada entre el 31 de mayo y el 2 de junio, RSF ha hablado con periodistas, sindicalistas, directivos de medios, altos ejecutivos de los Gobiernos central y vasco, líderes de los partidos más importantes presentes en el País Vasco, ministro de Interior del Gobierno central y Consejero de Interior del País Vasco. En este informe resumimos sus opiniones e informaciones expresadas a RSF (en el caso de los periodistas, no facilitamos sus nombres por razones de seguridad).
El conflicto vasco y ETA
El País Vasco español (Euskadi en vascuence o euskera), que goza de un estatuto de autonomía de tipo casi federal desde 1979, se extiende en España en tres provincias (Guipúzcoa, Vizcaya y Álava) y linda al norte con el País Vasco francés y al este con Navarra. El nacionalismo vasco, nacido a finales del siglo pasado, reivindica hoy esos territorios para la gran «Euskal Herria» o «Tierra Vasca». Unos, como el Partido Nacionalista Vasco (PNV), por vías democráticas pacíficas; otros, como ETA, por vías violentas, aunque cuenta con una representacion política : Herri Batasuna (HB – «unidad popular») que, tras la condena a penas de siete años, el 1° de diciembre de 1997, de 23 miembros de su direccion, se desdobla electoralmente en EH. EH-HB consiguen hasta un 15 por ciento de los votos (entre 150.000 y 180.000) en las urnas. En las elecciones generales del 12 de marzo 2000, el PNV, junto con Euska Alkartasuna (EA – escision minoritaria del PNV), obtuvieron un 38 % de los votos frente a 51 % entre el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), partidos de alcance nacional.
La organizacion independentista armada ETA nace en 1959, en plena dictadura. A partir de 1968, emprende lo que considera lucha armada contra el Estado español. Desde entonces hasta 1998, según datos oficiales, ha causado 764 víctimas mortales (523 en el País Vasco y el resto en otras zonas de España), entre ellas 19 niños, y 77 secuestros. Entre las víctimas, 307 civiles: políticos, magistrados, empresarios…. Los años más mortíferos van de 1974 a 1992. También han muerto activistas etarras, una treintena de ellos a manos de los GAL, Grupos Antiterroristas de Liberacion, que actuaron entre 1982 y 1986 y por implicacion con los cuales han sido condenados miembros del Gobierno socialista de la época. Más de 500 etarras, a menudo detenidos en colaboracion con la Policia francesa, se encuentran en prision por delitos de sangre y pertenencia a banda armada.
El 16 de septiembre de 1998, ETA anunciaba una tregua indefinida, durante la cual dejo de cometer atentados mortales y que duro hasta el 3 de diciembre de 1999. Desde el 21 de enero de 2000, la organizacion independentista armada ha asesinado ya a cinco personas, entre ellas, un periodista.
Ataques contra la prensa desde 1978
Los principales atentados cometidos por ETA y sus seguidores contra periodistas y medios vienen de lejos, pero se agravan en los últimos meses, tras la ruptura de la tregua, durante la cual ha habido no obstante cierto acoso a la prensa.
Tras un periodo de cuatro años, entre 1978 y 1982, coincidente con la transicion democrática española, en que ETA actúa esporádicamente contra la prensa, y quince en que deja de hacerlo, los atentados vuelven, antes y durante el Pacto de Lizarra – una alianza firmada en 1998 entre el PNV y EH – y se multiplican en el 2000, tras la ruptura de la tregua.
De 1978 a 1982:
– El 17 de enero de 1978, el director del diario de Bilbao El Correo Español-El Pueblo Vasco, Antonio Barrena Ballarín, es apaleado por dos individuos y pierde el ojo derecho.
– El 28 de enero de 1978, ETA asesina al director de la Hoja del Lunes de Bilbao y redactor-jefe de la Gaceta del Norte, José María Portell Manos (supuesto mediador entre el Gobierno centrista español y ETA).
– El 22 de agosto de 1980, ETA tirotea en Pamplona (capital de Navarra) al director del Diario de Navarra, José Javier Uranga, que sobrevive pese a haber recibido numerosos balazos.
– El 4 de abril de 1981, ETA dispara contra el conserje de La Gaceta del Norte, Gerardo Hueso Fernández.
– El 17 de julio de 1982, una bomba colocada por ETA causa daños en la delegacion de la agencia de prensa estatal EFE en San Sebastián (capital de Guipúzcoa).
De 1997 a 2000:
– El 22 de diciembre de 1997, una bomba de fabricacion casera estalla en San Sebastián en casa de la periodista de El Mundo Carmen Gurruchaga, Premio Periodistas sin Fronteras 1998. Carmen Gurruchaga abandono hace dos años el País Vasco y hace seis meses hizo lo mismo un redactor-jefe de la edicion local vasca.
– El 23 de diciembre de 1997, una furgoneta de la television Canal Gastéis de Vitoria sufre daños al estallar una bomba/lapa puesta en su parte baja.
– El 5 de octubre de 1998 , la casa del periodista Gorka Landaburu (hijo del que fue vicepresidente vasco en el exilio Xavier Landaburu) en Zarauz (Guipúzcoa) es atacada con un coctel molotov.
– El 27 de septiembre de 1999 estalla una bomba casera en el domicilio del corresponsal de El País en Navarra, Mikel Muez.
– El 3 de octubre de 1999, desconocidos arrojan varios cocteles molotov contra la sede del Diario Vasco en San Sebastián.
– El 27 de febrero de 2000 descocnocidos arrojan cocteles molotov contra la casa, en Andoain (Guipúzcoa), del columnista de El Mundo José Luis Lopez de Lacalle. El mismo día, cinco personas lanzan sendos cocteles molotov contra la sede de Radio Nacional de España (RNE) en Vitoria.
– El 21 de marzo de 2000 estalla una bomba en casa de los padres del redactor-jefe de El Correo de San Sebastián, Pedro Briongos.
– El 27 de marzo de 2000 la Policía desactiva un paquete-bomba, camuflado en una caja de cigarros puros, enviado por ETA a Carlos Herrera, de RNE, en la redaccion de esta emisora en Sevilla (Sur de España).
– El 30 de marzo de 2000, encapuchados atacan con artefactos explosivos la sede de la emisora de radio Onda Cero en Vitoria.
– El 25 de abril de 2000, la Policía hace estallar un libro/bomba dirigido en Madrid al subdirector de La Razon y experto en asuntos de terrorismo Jesús María Zuloaga. Según el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, no se sabe todavía con certeza quién envio el paquete, aunque Zuloaga había recibido amenazas y coacciones procedentes del sector más violento del separatismo vasco.
– El 7 de mayo de 2000, un individuo mata de cuatro balazos al columnista y miembro del consejo de redaccion del diario El Mundo José Luis Lopez de Lacalle, en la localidad guipuzcoana de Andoain, cuando volvía a casa tras comprar la prensa. El periodista había rechazado cualquier proteccion.
– El 14 de mayo de 2000, desconocidos arrojan cocteles molotov contra el Diario Vasco en San Sebastián.
– El 4 de junio de 2000 arrojan otro coctel molotov contra los locales de El Correo en Getxo (Guipúzcoa).
Los «perros» de prensa
Tras la ruptura de la tregua, José María Olarra, dirigente de Herri Batasuna, dirá que los periodistas son «terroristas de la pluma». En un comunicado del 2 de febrero de 1999, ETA llamará «perros» enemigos a los periodistas «vascos traidores» o «españoles invasores», que informan o se expresan en medios del País Vasco o del Estado español «contra la construccion de Euskal Herria».
Entre finales de 1997 y de 1999, en pleno alto el fuego, predominan los cocteles molotov contra domicilios y edificios. En 2000, a partir de marzo, son ya bombas y balas contra las personas. A menudo, como en el caso de José Luis Lopez de Lacalle, los atentados finales se ven precedidos por :
– una escalada de amenazas y hostigamiento por parte de jovenes radicales independentistas del entorno de ETA, que protagonizan la llamada «kale borroka» (lucha callejera)
– pintadas, pasquines y pancartas amenazantes con el nombre y fotografía del señalado como «enemigo del pueblo vasco»
– ataques con cocteles molotov.
Listas «negras»
El denominador común entre los amenazados, vascos o no, de dentro o fuera del País Vasco : sus informaciones y opiniones consideradas «contrarias a la voluntad del pueblo vasco» y a la «construccion nacional». La organizacion juvenil proetarra Jarrai pega el 15 de marzo de 2000 carteles en las principales ciudades vascas con nombres de 30 periodistas y veinte medios de comunicacion «siervos del Estado». El 16 de abril, la Policía francesa intercepto a la presunta etarra Julia Moreno Macuso una lista de periodistas y comentaristas que figuraban entre los objetivos de ETA, junto con otros colectivos. También, documentacion interna del Movimiento de Liberacion Nacional del País Vasco (MLNV) citaba la conveniencia de atentar contra «los niveles superiores» de los medios de comunicacion. Desde medios afines al MLNV se señala a periodistas que supuestamente trabajan para el Ministerio del Interior. Según Javier Balza, consejero de Interior del Gobierno vasco, son objetivos declarados profesionales de medios, vascos o del resto del Estado, como El Correo, el Grupo Prisa (al cual pertenece el diario El País), la cadena de radio privada Cope, la empresa pública Radio Television Española (RTVE), la agencia de prensa estatal EFE, etc.
En este contexto, varias redacciones se sienten amenazadas, en Madrid como en el País Vasco, especialmente aquí en los diarios Correo Español y Diario Vasco, de difusion mayoritaria y pertenecientes al Grupo Correo, y en las redacciones locales de El País, El Mundo y RNE.
Los periodistas del diario El Correo de Bilbao dicen sentirse hoy más amenazados, tras haber sufrido atentados mientras antes solo eran víctimas de llamamientos al boicot y amenazas escritas exigiéndoles un cambio de línea o que se atuvieran a las consecuencias. Pedro Briongos, redactor jefe del diario y cuyos padres sufrieron un atentado contra su domicilio, sigue informando. Alguien dice: «cuando sales de casa, simplemente miras en torno por si hay alguien sospechosos.» El personal de RNE sufre a veces amenazas individuales, pero, según dicen, no las manifiestan por temor ni piden salir del País Vasco mientras que algunos de Madrid no quieren ir allí. Aunque el gobierno español se niega a hablar de periodistas «exiliados» del País Vasco, observa que la presion allí es tan fuerte que algunos se han ido y otros quieren irse. Fue el caso del anterior director del diario El Correo quien estaba amenazado y figuraba en listas intervenidas a comandos de ETA. Se fue hace unos meses a Madrid, al igual que, por lo menos, otros siete u ocho periodistas más, cuyos nombres no se citan por razones de seguridad.
Seguridad reforzada
Medidas adoptadas por las autoridades
La Policía estatal da proteccion policial en algunos casos, pero la mayoría tienen proteccion privada. En Madrid escolta a diez periodistas. El ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, afirma que sería imposible proteger a todos y en casos concretos se limitan a proponer cambios de horarios e itinerarios. Las autoridades extreman, no obstante, la vigilancia en torno a periodistas que figuren en agendas de ETA.
Por su lado, las autoridades vascas han puesto en marcha un plan de proteccion global e individual en el que colaboran todos los medios interesados. Según el consejero de Interior del Gobierno vasco, Javier Balza, ya han celebrado cinco reuniones e implementado una línea telefonica de urgencia que desencadena intervencion policial inmediata. En cada medio hay un coordinador que les dice quiénes necesitan proteccion. Esa proteccion alcanza a tres o cuatro periodistas por medio y afecta a entre 25 y 30 personas. Entre siete y ocho, principalmente del Grupo Correo, tienen escolta directa policial, y otras diez, privada, coordinada con la policía. Otras medidas consisten en vigilar domicilios, rutinas, guardar coches en Comisarías para evitar bombas/lapa, patrullar las sedes, etc. Los periodicos nacionalistas vascos Gara y Deia no tienen escoltas : «el riesgo es mayor en los medios no vinculados al nacionalismo», agrega Javier Balza. Algunos rechazan la proteccion, como fue el caso de José Luis Lopez de Lacalle.
Hasta fines de mayo de 2000, las autoridades vascas denunciaron un déficit de coordinacion policial y reticencias de parte de Madrid hacia la Ertzaintza (fuerzas de seguridad bajo la administracion del gobierno vasco) en materia antiterrorista. Cuando RSF se entrevisto con ellas, todavía no habían recibido del Ministerio del Interior la lista de 300 personas señaladas por ETA, entre ellas 11 policías vascos. Sin embargo, según Jaime Mayor Oreja «no hay desentendimiento en materia de seguridad antiterrorista entre Madrid y Vitoria». Tal vez se le encontro una salida a la crisis el 7 de junio cuando Javier Balza dio por enterrada la polémica después de entrevistarse con el ministro. Durante la reunion, ambos responsables acordaron que un equipo de técnicos del Ministerio del Interior y del Departamento vasco trabajarán sobre la creacion de un nuevo organismo que agilice la comunicacion entre las policías y la propuesta de aumentar la plantilla de la Ertzaintza.
Medidas adoptadas por las redacciones
Varios medios nacionales cuentan con oficinas y personal en el País Vasco. Luego de los últimos ataques, la mayoría de ellos han multiplicado las medidas de seguridad tanto allí como en Madrid : «scanners» y guardia de seguridad privada a la entrada de sus sedes, cristales blindados, proteccion privada para los directivos, etc. Los de El País dicen sentirse amenazados por una presion externa muy fuerte y por las listas «negras», y han reforzado las medidas de seguridad, aunque no quieren dar detalles al respecto. Además de con escolta privada, seis altos directivos de RNE cuentan con choferes que siguen cursillos sobre como huir en caso de atentado, mientras que los directivos regionales de la radio tienen vademecum de autoproteccion elaborado por la Direccion de Seguridad de RTVE, de la cual depende RNE, de acuerdo con la policía. En cuanto a los periodistas de la emisora, ahora cubren las informaciones con unidades moviles no identificadas. La proteccion de los periodistas es un tema más delicado, según lo dice en pocas palabras la redaccion del diario El Mundo : «un periodista no puede trabajar con escolta detrás». Jesús María Zuloaga, de La Razon, ha adoptado tras su atentado fallido alguna medida de seguridad, aunque afirma que «los periodistas tenemos que dar la cara y a mí, que soy vasco y desciendo de vascos, para callarme, me tienen que matar».
Por otro lado, el diario Deia, publicado en Bilbao y considerado como el portavoz del PNV, no ha tomado medidas especiales de seguridad. Declara que no se siente «hoy» amenazado, «pero no aseguramos no estarlo mañana».
Según estimaciones de RSF, si a los alrededor de cincuenta periodistas que tienen proteccion policial dentro y fuera del País Vasco se añaden los que recurren extraoficialmente a servicios de seguridad privados, la cifra total podría superar ampliamente el centenar.
Un clima de polémica y desconfianza
Esta escalada de la tension se produce en medio de una polémica entre la gran mayoría de los medios no nacionalistas, «españolistas», y los medios y responsables políticos del nacionalismo vasco. La desconfianza entre ambos se agravo durante el Pacto de Lizarra, según reconocen las partes : unos, por ver en el pacto una deriva independentista y violenta peligrosa ; otros, por ver en los contrarios un frente mediático antinacionalista.
Unos denuncian la logica «del dedo y el gatillo»
Así, algunos dirigentes del nacionalismo, tanto radical como moderado, acuñan contra la prensa «españolista» acusaciones de «violencia mediática» y de formar una «Brunete mediática» (Brunete es el nombre de una division del Ejército que participo en el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981) contra las ideas nacionalistas. El jefe de prensa de EH-HB acusa a la prensa de Madrid de «manipular» la informacion. Javier Arzalluz califica al diario El Correo de «beligerante». Bajo el título de «Más de un centenar de periodistas hacen informacion según las directrices de Interior», la revista radical Ardi Beltz («oveja negra») daba en su número de marzo/abril últimos los nombres de 41 profesionales de distintas ciudades de España a los que acusaba de trabajar para los servicios policiales o militares. Entre esos nombres figuraba el de Jesús María Zuloaga, víctima de un atentado fallido el 25 de abril.
A esas declaraciones y listas «negras», la mayoría de la prensa española responde que al señalar así a periodistas y medios con el dedo «ellos apuntan y ETA dispara» contra esos «enemigos de la construccion nacional», en una relacion de causa-efecto. O que, al menos, con esos señalamientos se crea el clima propicio para los atentados que después sufren los periodistas.
Tras el asesinato de José Luis Lopez de Lacalle, vasco constitucionalista y crítico con el nacionalismo, más de cien directores de los más importantes medios de comunicacion españoles, entre ellos desde el conservador ABC al progresista El País, firman y leen en San Sebastián públicamente el 12 de mayo un manifiesto conjunto titulado «No nos callarán». En él se lee que «aun sabiendo que es ETA quien asesina y su brazo político quien lo justifica, resulta imprudente… el comportamiento de algunos dirigentes de los partidos nacionalistas democráticos contra los periodistas y los medios que critican sus planteamientos». Y añaden : «Esta actitud, esta presion sobre los profesionales «incomodos» ha servido a los violentos para cargarse de razones objetivas… Es irresponsable actuar como si ETA no existiera. Por desgracia, hay suficientes experiencias trágicas y desgarradoras que nos permiten intuir como reciben los terroristas, por ejemplo, las referencias a «la hostilidad a la construccion nacional» o a esa «Brunete mediática» con la que algunos nos señalan». El escrito no fue firmado por ningún responsable de los medios nacionalistas (el diario Deia afirma que no fueron «invitados»).
Una vision compartida por el Gobierno español. El ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, califica esos señalamientos de «error terrible» por parte del PNV, sabiendo que «ETA está detras», mientras Carlos Iturgaiz, Presidente del PP en el País Vasco, denuncia que en la provincia «la minoría amenaza a la mayoría» recordando que, al hijo de un periodista que tuvo que «exiliarse» a Madrid le decían en el colegio : «vamos a matar a tu padre».
Las redacciones no nacionalistas también denuncian la voluntad de los nacionalistas de acallarles y forzarles a la autocensura. El diario El Mundo compara Javier Arzalluz a Slobodan Milosevic y habla de «un clima de presiones y agresiones prebosniaco» contra los periodistas no nacionalistas, el cual les obliga a «pesar sus palabras». «El PNV quiere amedrentarnos y cuando escriben contra la prensa saben que eso es eficaz porque nosotros sabemos que ETA está detrás y eso produce un efecto inhibitorio, para no salir en los papeles, e inconscientemente autocensor» opinan, por su lado, en El País.
Otros reivindican «el derecho a la discrepancia»
De acuerdo con los testimonios recogidos por RSF, casi todos los nacionalistas vascos condenaron los atentados contra la prensa. Sin embargo, también la mayoría de ellos están de acuerdo en decir que la existencia de ETA no debe poner en tela de juicio su «derecho a la discrepancia».
El único grupo que se nego a condenar el asesinato de Luis Lopez de Lacalle es EH-HB, considerado brazo político legal de la organizacion independentista armada. Un responsable de su servicio de prensa se limita a declarar que no está de acuerdo con ese tipo de acciones, aunque se niega a condenarla, y «apostar porque no haya más víctimas». A la prensa española que «toma partido por un bando», le concede «el derecho a criticar» pero advierte : «no permitiremos que se manipule».
Medios de comunicacion como Deia, afín al PNV, y las demás organizaciones políticas presentes en el País Vasco, con la salvedad de EH-HB, condenaron el asesinato de Lopez de Lacalle. Lo hizo el diario Deia en dos de sus editoriales, el cual también denuncio las presiones «sobre compañeros cuyas ideas no compartimos». Entre los responsables políticos vascos, el discurso más fuerte contra ETA viene del Lehendakari, Presidente del Gobierno autonomo vasco, Juan José Ibarretxe quien afirma que «hay que hacer desaparecer a ETA, cuya violencia no hay que mezclar con las reivindicaciones vascas, y sentarse todos los partidos a una mesa».
Javier Arzalluz, presidente del PNV, también afirma que «son rechazables los atentados contra los periodistas» y agrega que «ETA no necesita señalamientos y callarse me dejaría indefenso y limitaría mi libertad». Justifica sus declaraciones contra los periodistas «enemigos del nacionalismo» recordando que profesionales de RTVE le insultaron, llamándole «hijo de puta» y «tonto de culo». Concluye diciendo : «Hay una lucha salvaje, sin reglas ni árbitro, y cuando me siento salvajamente acusado me defiendo con uñas y dientes. Si es suicida atacar a los periodistas que me atacan, denme por suicidado». El periodico Deia relata también que «la prensa española [les] ataca sistematicamente» y reivindica su «derecho a la dicrepancia». Afirma ser partidario de «hacer algo juntos» en defensa de los periodistas amenazados, pero salvaguardando la libertad de crítica y advierte que la limitacion del derecho de crítica a los periodistas amenaza a la libertad de expresion.
Bajar el tono polémico
Tras el asesinato de Lopez de Lacalle, se ha constatado que hay menos crispacion y ha bajado el tono agresivo. Nicolás Redondo Terreros, secretario del Partido Socialista de Euskadi, llama a los nacionalistas a la «serenidad». Deia afirma haber dejado de hacer referencias concretas a periodistas «como medida cautelar en la duda» y asegura que seguirá callando si no les citan a ellos. Dirigentes políticos nacionalistas, como Juan María Atutxa, presidente del Parlamento vasco, declararon a RSF que «hay que bajar el tono todos, pues en río revuelto, ganancia de ETA». El portavoz parlamentario del PNV, Iñaki Anasagasti, aunque opina que «el proceso de paz irlandés no hubiera resistido una sola tertulia (mesa redonda radiofonica en la que varios comentaristas debaten polémicamente la actualidad), cree que hoy hay menos crispacion. Javier Arzalluz acepta el consejo de bajar el tono polémico y no señalar a periodistas y medios, «mientras no le señalen a él». El Lehendakari, Juan José Ibarretxe, pide a la prensa española, vasca e internacional, que contribuyan a bajar el tono del debate político. Hasta EH-HB apelo a que se rebaje la tension general y que se dialogue. Sin embargo, el atentado, el pasado 4 de junio, contra Jesús Maria Pedrosa Urkiza, concejal del PP en Durango (País Vasco), cuestiona seriamente estas declaraciones.
Conclusiones y peticiones de RSF
Las condiciones del trabajo periodístico en el País Vasco se han hecho insostenibles, y esa situacion se extiende a muchos profesionales del resto de España, sometidos a la amenaza de ETA y su entorno. Autocensura, inhibicion, silencio, exilio, son tentaciones que rondan por las cabezas de muchos periodistas, temerosos de ser víctimas del terrorismo o la violencia. Ser señalados como «enemigos de la construccion nacional» vasca o figurar en listas negras puede ser sucedido por un atentado. Uno ya ha sido asesinado, dos casi, y se teme que la espiral de violencia no haya concluido.
RSF, además de expresar su protesta indignada por la escalada terrorista contra la prensa, se dirige a todas las partes en presencia para pedir :
– A las fuerzas políticas que se reclaman del independentismo vasco, que dejen de considerar al conjunto de los periodistas como parte en un conflicto del que no son más que testigos.
– A los gobiernos central y vasco, toda la proteccion posible para profesionales y medios amenazados o que la soliciten.
– A los periodistas, que sigan cumpliendo con su deber para con la sociedad sin amedrentarse ante quienes atentan contra la libertad de prensa.
– A los que se sientan agraviados por artículos o comentarios periodísticos, que denuncien los hechos ante la Justicia.
– A todos, de despersonalizar y normalizar el debate político, para no abrir resquicio alguno de coartada a los asesinos de periodistas y de otros ciudadanos.