(IPYS/IFEX) – El 11 de marzo de 2009, la periodista Carmen Elisa Pecorelli y el camarógrafo Carlos Luis Caravallo, de Globovisión, fueron retenidos por una docena de militares cuando realizaban tomas afuera de la finca Los Tamarindos, en el estado Aragua, al centro del país. La finca fue tomada por autoridades del Instituto Nacional de […]
(IPYS/IFEX) – El 11 de marzo de 2009, la periodista Carmen Elisa Pecorelli y el camarógrafo Carlos Luis Caravallo, de Globovisión, fueron retenidos por una docena de militares cuando realizaban tomas afuera de la finca Los Tamarindos, en el estado Aragua, al centro del país. La finca fue tomada por autoridades del Instituto Nacional de Tierras (INTI) y del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA), adscritos al Ministerio de Agricultura y Tierra, luego de un procedimiento administrativo donde se habría demostrado que estas tierras, explotadas y administradas por el sector privado, pertenecen al Estado.
Militares de la Aviación Venezolana retuvieron a Pecorelli y Caravallo por una hora para impedir que grabaran el lugar. Según los militares, la grabación del lugar estaba prohibido, a pesar de que anteriormente todos los medios grabaron la finca sin impedimento.
Los militares exigieron a Pecorelli y Caravallo entregar las grabaciones a cambio de ser liberados. Los reporteros se negaron y denunciaron el hecho por teléfono, pero finalmente accedieron a la exigencia de los militares.
Globovisión es un canal opositor al gobierno. Con frecuencia las autoridades obstaculizan la labor de sus reporteros.
Por otra parte, también el 11 de marzo, la periodista Mariana Gómez, de Globovisión, fue agredida por el viceministro de economía agrícola, Richard Canán, cuando ella y otro grupo de periodistas cubrían una protesta estudiantil contra las medidas del gobierno de ocupación temporal y expropiación de algunas empresas procesadoras de arroz, afuera del Ministerio Popular de Agricultura y Tierras, en Caracas.
La periodista dijo al IPYS que entre el alboroto, el viceministro le apretó la muñeca para que no grabara la manifestación. Al mismo tiempo, un grupo de funcionarios, sin identificarse, empujó al resto de los reporteros hasta echarlos del lugar.