Centenares de soldados y policías lanzaron bombas lacrimógenas al edificio y golpearon a todo el personal.
(C-Libre/IFEX) – Centenares de soldados y policías atacaron el 15 de septiembre de 2010 a Radio Uno y reprimieron con toletazos y con bombas lacrimógenas a decenas de personas que se encontraban en la emisora, en San Pedro Sula, zona norte de Honduras.
Mientras esto ocurría, otros grupos represivos atacaban a miles de personas del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) que se movilizaban por el centro de la ciudad, conmemorando el 189 aniversario de la independencia nacional.
Arnulfo Aguilar, Gerente Director de Radio Uno, dijo que los militares y policías lanzaron bombas lacrimógenas al primer, segundo y tercer piso del edificio que alberga la emisora, quebrando toda la vidriería. «Y han golpeado a todo el personal y al sociólogo y analista Ernesto Bardales lo han sacado de la sala de espera de la radio y le han, prácticamente, vaciado uno de sus ojos, le han quebrado el pie y destrozado la rodilla», dijo.
Informó que también destruyeron el equipo completo de la agrupación musical Guancasco y los instrumentos de las bandas de varios colegios, entre ellos los del Instituto José Trinidad Reyes, Juan Ramón Molina y Ramón Amaya Amador.
Aguilar dijo que después que tuvo que dejar Plaza Libertad y llegó a Radio Uno se encontró con «un cuadro dantesco, un atropello a la libertad de expresión, un atropello a los medios de comunicación, la puerta destruida, mujeres llorando, los estudiantes sufriendo la consecuencia de los gases lacrimógenos, en fin aquel atropello contra Radio Uno».
Sobre las medidas cautelares que tiene la radioemisora, el periodista Aguilar dijo que «tendrá que deducírsele la responsabilidad penal a los jefes de la policía».
Mientras tanto, el abogado Miguel Antonio García dijo que fue atacado cuando se encontraba con los integrantes del Grupo Musical Guancasco, «que se aprestaba a brindar un concierto en un ambiente completamente pacífico, las bombas, los golpes, los disparos cayeron sobre el pueblo en resistencia concentrado en la Plaza La Libertad, de San Pedro Sula».
«Los gases lacrimógenos empezaron a afectar y tuvimos que refugiarnos, madres con hijos, los niños golpeados hacían una escena dramática, terrorífica, que jamás en nuestra vida habíamos presenciado», dijo García.
«Esto lo denunciamos ante todo Honduras, ante todo los pueblos civilizados del mundo, los resultados decenas de niños golpeados, hombres, mujeres, golpeados, los equipos completamente destruidos, lo que han hecho es un atropello físico al pueblo de San Pedro Sula», recalcó García.
Indicó que la policía había puesto el chorro de la tanqueta contra la vidriería de la radioemisora, «han lanzado bombas lacrimógenas y han tirado bala viva creyendo que aquí están los Zetas pero los que estamos aquí son los del FNRP», dijo.