Claudia Julieta Duque se encuentra desde hace tiempo en la mira de los servicios de inteligencia de su país.
(RSF/IFEX) – el 15 de septiembre de 2010 – Claudia Julieta Duque no participará en una conferencia que debía impartir en Gran Bretaña este 16 de septiembre de 2010, invitada por la Unión Nacional de Periodistas (National Union of Journalists, NUJ). La periodista de Radio Nizkor, que se encuentra desde hace tiempo en la mira de los servicios de inteligencia de su país, fue notificada el 3 de septiembre pasado de que la embajada británica en Colombia le negaba el visado, esto, pese a que había sido recibida en la sede diplomática una semana antes. Entonces, el embajador John Dew, incluso la había reconocido como «defensora de los derechos humanos», por el mes de julio.
No es el primer episodio de este tipo. Otro periodista seriamente amenazado en el país, el productor del programa «Contravía», Hollman Morris, conoció la misma desventura en julio pasado, cuando solicitó una visa para ir a Estados Unidos. En su caso, la presión internacional y la intervención de varias ONG, entre ellas Reporteros sin Fronteras, permitieron que el Departamento de Estado finalmente aceptara otorgarle la visa solicitada. Es difícil no percibir en los dos casos una maniobra del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, servicio de inteligencia colombiano), ya que tiempo antes cada uno de los periodistas fue recibido por las representaciones diplomáticas en Colombia de los países concernidos.
Claudia Julieta Duque viajó a Estocolmo el 6 de septiembre para recibir el Premio a la Libertad de Prensa otorgado por la sección sueca de Reporteros sin Fronteras. Su gira por Europa prosiguió en París, a partir del 11 de septiembre, y debía continuar cinco días más tarde en Gran Bretaña.
«La carta de la embajada británica del 3 de septiembre explicaba que, teniendo en cuenta las amenazas contra mi persona en mi país, probablemente yo no desearía regresar; aún cuando yo había solicitado sólo una visa de cuatro días. La carta también incluía un cálculo aproximado de mi salario convertido en libras esterlinas. A partir de ello las autoridades diplomáticas concluyeron que un salario tan bajo no me permitiría normalmente financiar mi viaje», nos explicó la periodista durante su estancia en París.
«Justo antes de partir a Estocolmo», explica ella, «un funcionario de la embajada británica me llamó y, curiosamente, me preguntó qué pensaba decir en la conferencia organizada en Gran Bretaña».
Esta inquietante pregunta hace desgraciadamente eco a la propaganda orquestada por el gobierno colombiano bajo el doble mandato de Álvaro Uribe, contra los periodistas críticos de su política de seguridad y, en consecuencia, víctimas de un escándalo de espionaje y de «propaganda negra».
Claudia Julieta Duque no contó con el plazo necesario para defender su caso ante las autoridades británicas. Este mal incidente no debe volver a producirse más y la lección vale para todas las cancillerías. Claudia Julieta Duque viajará en octubre próximo a Estados Unidos para recibir el premio Courage in Journalism Award, de la International Women’s Media Foundation.