Los ataques a medios comunitarios o educativos son una muestra más del empeoramiento de la situación de la libertad de prensa, dice RSF.
(RSF/IFEX) – Reporteros sin Fronteras denuncia la nueva oleada de violencia desatada recientemente contra la prensa, precisamente cuando parece más que nunca sin salida la situación creada desde el golpe de estado del 28 de junio de 2009.
«Una vez más, el gobierno de facto pone de manifiesto su concepto de la libertad de prensa, censurando o enviando a las tropas contra los medios de comunicación que están en contra del golpe de estado. Los ataques a determinados medios comunitarios o educativos son una muestra más del empeoramiento que la situación general de la libertad de prensa padece desde el 28 de junio. El gobierno de facto recoge los frutos de la guerra mediática que desencadenó en el momento del golpe. Hacemos también un llamamiento a los militantes del Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe de Estado para que ellos, a su vez, no cedan a la tentación de usar la violencia física contra los medios favorables al gobierno de facto, ni contra sus trabajadores», declaró Reporteros sin Fronteras.
Lidieth Diaz, de Radio Globo – uno de los últimos medios críticos del gobierno de facto, y amenazado de cierre por él -, declaró el 13 de agosto que le habían negado el acceso a la casa presidencial, siguiendo instrucciones personales del presidente de facto Roberto Micheletti. La periodista, que tenía que cubrir una ceremonia que Micheletti presidía, finalmente consiguió entrar horas más tarde después de que interviniera en su favor la Fiscalía de los Derechos Humanos.
El 14 de agosto, la dirección de Radio Progreso, emisora educativa fundada y animada por la comunidad jesuita, denunció que la policía de Choloma, en el departamento de Cortés (Noreste), había agredido al periodista Gustavo Cardoza cuando cubría el violento desalojo de simpatizantes del depuesto presidente Manuel Zelaya de sus viviendas, hecho por las fuerzas de seguridad. El periodista declaró que un policía le agarró de una mejilla. Unos testigos confirmaron que seis funcionarios policiales lo asaltaron y le propinaron varios golpes en la cabeza, mientras se encontraba en el suelo e inmóvil. Trasladado al puesto de policía y detenido durante varias horas, Gustavo Cardoza quedó en libertad gracias a la mediación de un grupo de abogados vinculados al Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe de Estado.
En el curso de la misma operación, las fuerzas del orden maltrataron y confiscaron el material del fotógrafo Julio Umaña, del diario «Tiempo», quien acababa de mostrarles su acreditación. «Tiempo» ha denunciado también los ataques sufridos por otros periodistas de su redacción en el momento de cubrir las recientes manifestaciones de apoyo a Manuel Zelaya.
El 12 de agosto, en el Parque Central de Tegucigalpa, unos militares secundados por policías detuvieron a Alfredo López, director de la emisora comunitaria Radio Coco Dulce, al margen de las manifestaciones del Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe de Estado. El periodista salió en libertad por la noche, según la Asociación Mundial de Radios Comunitarios (AMARC).
Las agresiones en contra de los profesionales de la prensa también han causado víctimas en el campo de los pro-Micheletti. El 15 de agosto, en la capital, arrojaron cinco cócteles Molotov a la sede del diario «El Heraldo», de los que solamente explotaron tres. Varios periodistas y fotógrafos del diario, cuya línea editorial es muy favorable al gobierno de facto, han sido objeto de amenazas, intimidaciones e incluso agresiones físicas, protagonizadas por simpatizantes de Manuel Zelaya que acusan a «El Heraldo» de haber tomado parte en la conspiración urdida para derrocar al presidente electo.
El mismo día, unos miembros del Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe de Estado se manifestaron ante los locales del diario «La Tribuna» en Tegucigalpa, agrediendo verbalmente al director y al personal de la redacción. Dos días antes, cuatro desconocidos encapuchados incendiaron un camión de distribución del periódico.