(FLIP/IFEX) – El 21 de diciembre de 2004, el trabajo de la reportera gráfica Paola Castaño, del diario «La Tarde» de Pereira, fue obstruido por un fiscal de esa ciudad. La reportera se preparaba a fotografiar un cadáver cuando el fiscal encargado de la inspección intentó arrebatarle la cámara y le dijo que no podía […]
(FLIP/IFEX) – El 21 de diciembre de 2004, el trabajo de la reportera gráfica Paola Castaño, del diario «La Tarde» de Pereira, fue obstruido por un fiscal de esa ciudad. La reportera se preparaba a fotografiar un cadáver cuando el fiscal encargado de la inspección intentó arrebatarle la cámara y le dijo que no podía tomar las fotografías. Posteriormente, el funcionario judicial le dijo que le diera su nombre porque la iba a vincular al proceso.
Según le dijo Castaño a la FLIP, ella y la periodista María Eugenia Velásquez llegaron a la escena del crimen y esperaron a que el fiscal terminara el levantamiento del cadáver. Señaló que la obstrucción se produjo cuando ya se disponían a llevar el cadáver hacia la ambulancia que lo conduciría a la morgue, momento en que su trabajo no interferiría en la investigación.
La situación toma relevancia a dos semanas de iniciar la implementación del nuevo Sistema Acusatorio en el que al fiscal se le da la facultad de delimitar un perímetro en el que se les niega el acceso a los periodistas para que no afecten la investigación.
A la FLIP le preocupa que esta medida no se utilice para beneficio de la justicia, sino que se use como una forma para coartar la libertad de prensa. Por ello, en 2005 la FLIP continuará denunciando los casos en los que los funcionarios judiciales obstaculicen la labor de los periodistas.