Durante un foro en Brasilia, varios juristas, abogados y periodistas coincidieron en decir que no se necesita una nueva ley de prensa para regular a los medios de comunicación.
(SIP/IFEX) – Miami, 1 de junio de 2011 – En Brasil no se necesita una nueva ley de prensa para regular a los medios de comunicación coincidieron varios juristas, abogados y periodistas, en reacción a ciertos intentos del Congreso nacional por legislar en esa materia.
Las coincidencias, que también incluyen que el derecho de réplica debe ser práctica de autorregulación de los medios y no impuesto mediante legislación, emergieron del foro celebrado el viernes pasado en Brasilia, capital de Brasil, entre la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y la Asociación Nacional de Diarios de Brasil (ANJ, por sus siglas en portugués), en la sede del Supremo Tribunal Federal (STF).
El evento fue inaugurado por el presidente del STF, Cezar Peluso, quien resaltó que «sería imposible subestimar el papel de la libertad de prensa en la consolidación de la democracia».
El magistrado Carlos Ayres Britto, vicepresidente del STF, recordó que la Ley de Prensa implementada en 1967 y la Constitución de 1988 eran incompatibles, pues la primera tenía una promesa de restricciones, mientras que la segunda, una propuesta de apertura. Afirmó que la mayor libertad de prensa actual ayudará a dinamizar al Poder Judicial, en cuyo pasado se han emitido sentencias vergonzosas a favor de la censura.
En el panel que moderó Ayres Britto, «Brasil sin Ley de Prensa», Manuel Alceu Affonso Ferreira, abogado del diario «O Estado de S. Paulo», y el diputado federal Miro Teixeira, de Río de Janeiro, quien en 2009 defendió la abolición de la Ley de Prensa por parte del STF, coincidieron en que no debe haber más reglamentaciones que restringen el ejercicio periodístico. Teixeira dijo que «no necesitamos una ley de prensa, sino una ley de acceso a la información».
En ese sentido, fue apoyado por el jurista especializado en Derecho Público, Gustavo Binenbojm, quien agregó que «una ley debe estar limitada por lo que se dice en la Constitución, debiendo ampliar las libertades y no las restricciones».
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