(FOPEA/IFEX) – El periodista Roberto Carrigall, director de «El Mástil Digital», de Quilmes (Provincia de Buenos Aires), fue agredido física y verbalmente, y amenazado, por parte de dos individuos que estarían relacionados con Marcelo Iglesias, ex funcionario del área de Tránsito de la Municipalidad de Quilmes, bajo la intendencia de Sergio Villordo del Partido Justicialista […]
(FOPEA/IFEX) – El periodista Roberto Carrigall, director de «El Mástil Digital», de Quilmes (Provincia de Buenos Aires), fue agredido física y verbalmente, y amenazado, por parte de dos individuos que estarían relacionados con Marcelo Iglesias, ex funcionario del área de Tránsito de la Municipalidad de Quilmes, bajo la intendencia de Sergio Villordo del Partido Justicialista (2003-2008).
Según el relato de Carrigall, el 29 de diciembre de 2008, a las 20 horas (hora local), dos hombres lo abordaron en una gasolinera, ubicada en Avenida Mitre y Hernández, partido de Quilmes. Allí, cuando salía del kiosco, le salieron al cruce los agresores desde un automóvil BMW color negro, que sería propiedad de Iglesias, actual propietario de FM La Máquina, de Quilmes.
Primero, los hombres le pidieron de mala manera que les entregara los dos paquetes de cigarrillos que Carrigall llevaba en la mano, para luego insultarlo y amenazarlo de muerte con el argumento de que dejara de involucrar en sus comentarios y notas periodísticas a «Marcelo». «Ya sabes de quien te hablamos, ¿no?», dijeron antes de darle unos cachetazos en el rostro, mientras le preguntaban por su hermano Néstor, fallecido hace un año y medio. Mientras se desarrollaba el hecho, Carrigall pudo ver al abogado y ex funcionario Iglesias dentro de su automóvil BMW negro, quien observaba la agresión.
De acuerdo a los datos que pudo averiguar el periodista, uno de sus agresores sería un ex policía y miembro del Centro tradicionalista «Rinconada Pampa», de la localidad de Ezpeleta, conocido como «Pepe Parada»; y del otro sólo sabe que se llama o le dicen Matías.
Carrigall denunció el hecho en la Seccional 1ra. de Policía, de Quilmes, y luego tomó intervención el Dr. Esteban Manco, a cargo de la Fiscalía 16 de los tribunales quilmeños. En su denuncia, Carrigall dejó sentado que «ante cualquier hecho de similar naturaleza que pueda ocurrirme tanto en los personal como en lo familiar, hago expresamente responsable al abogado Marcelo Iglesias».
FOPEA intentó comunicarse con Iglesias a lo largo de tres días, para que pueda dar su versión de los hechos y responder las acusaciones, pero no fue posible ubicarlo en la emisora que dirige.
Carrigall explicó a FOPEA que tanto él como varios colegas sufrieron persecuciones y amenazas durante la gestión del ex intendente Villordo, quien incluso desde un espacio radial lo había criticado y había hecho comentarios pocos afortunados cuando su hermano Néstor murió. Por su parte, Iglesias, quien fue Director de Tránsito de la comuna de Quilmes, inició una querella contra Néstor y Roberto Carrigall, por supuestos agravios en su contra, tras un artículo en el que los periodistas denunciaron que borró con lavandina los registros del libro de entradas y salidas de los vehículos que obraban en su poder. Ello originó la presentación judicial del entonces funcionario municipal, que fue desestimada en la justicia.
FOPEA se solidariza con Carrigall y reclama enérgicamente a las autoridades judiciales y políticas de Quilmes y de la provincia de Buenos Aires, la investigación de los hechos, al tiempo que alerta por su seguridad y la de sus familiares.