El trabajo periodístico de Leonel Espinoza ha enfocado en temas como la depuración de la Policía Nacional y la impunidad en el asesinato de periodistas.
(C-Libre/IFEX) – El 23 de diciembre de 2011, alrededor de las 9:35 de la noche, cuando el periodista Leonel Espinoza se conducía en su vehículo, marca Honda Civic, color gris, sin placas, a la altura de la colonia San José de la Peña, en el extremo sur de Tegucigalpa, municipio del Distrito Central, fue víctima de arresto, agresión e intimidación por parte de elementos de la Policía Nacional.
El también catedrático universitario y corresponsal de la Cadena NTN-21 de Bogotá Colombia, relató que cuando se dirigía a la casa de su madre, fue interceptado por dos policías que se conducían en una motocicleta que le hicieron señal de parada en un lugar oscuro y desolado.
En entrevista con C-libre el periodista dijo: «Sinceramente el escenario me pareció muy inseguro y confuso, por eso decidí continuar y tratar de llegar a un lugar que estuviese iluminado. Pero los motorizados me detuvieron a punta de pistola y una vez que me detuve inicio mi pesadilla».
«De manera violenta me obligaron a bajarme de mi automóvil. Yo creí que me iban a matar, por eso tuve que salir corriendo y gritando, ‘Ayúdenme, soy periodista, me quieren matar, no permitan que me lleven’. Le suplique a una señora y le tire mi teléfono celular para que llamara al Secretario de Seguridad y a Héctor Iván Mejía (Portavoz Policial). L lamentablemente nunca respondieron sus teléfonos, pero así fue como logre el apoyo de la gente y eso fue definitivamente lo que me salvo mi vida», explicó el comunicador.
«Me esposaron (colocar aros de presión en ambas muñecas de las manos), hasta llegar a lastimarme mis muñecas, me quitaron mis tenis, con total abuso de autoridad me humillaron públicamente y nunca se retractaron por su accionar. Yo esperé una disculpa pero ni siquiera me dieron un argumento coherente del porque me trataron de manera tan degradante, porque a la gente que se aglutinó le dijeron que me detuvieron porque mi carro anda sin placas. Pero eso tiene una explicación, tengo el permiso de la Dirección General de Ingresos (DGI) que vence en enero del 2012 . . . Finamente, a eso de las 10:40 de la noche, me quitaron las esposas y sin mediar palabra se marcharon», indicó Espinoza.
Según Espinoza, durante los dos últimos meses sus trabajos periodísticos se han enfocado en el seguimiento investigativo a temas como la depuración de la Policía Nacional, las agresiones a medios de comunicación y periodistas, la impunidad en el asesinato de periodistas y el caso del asesinato del hijo de la rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) por miembros de Policía Nacional.
«Desde el mismo Gobierno Central hay una política de represión para los periodistas, veamos los recientes casos de represión a la libertad de expresión hacia medios de comunicación y hacia periodistas. Yo públicamente responsabilizó a la policía por cualquier cosa que me llegase a suceder a mí y a mis familiares», denunció Espinoza.
Ante la gravedad del caso, el comunicador informó a C-Libre que recurrió a la Embajada de los Estados Unidos de América a solicitar protección. «Temo por mi vida y por la de mis familiares. Como corresponsal no tengo la culpa que lo que tenga que informar es mas lo malo que pasa en nuestro país que lo bueno», dijo en tono nervioso, el comunicador.
Después de este hecho lesivo a los derechos humanos, Espinoza también interpuso la denuncia ante el Fiscal de turno y la Dirección General de Investigación Criminal (DGIC), y ante los daños físicos y sicológicos sufridos se realizó un examen médico forense para dejar constancia de la brutalidad policial.