(RSF/IFEX) – el 20 de enero de 2012 – A Cándido Figueredo, corresponsal del diario ABC Color en Amambay (norte), departamento fronterizo con Brasil, le informaron que era blanco de narcotraficantes – muy presentes en esta región de cultura de la droga – que planeaban asesinarlo. Agentes del Grupo de Actuación Especial de Represión al […]
(RSF/IFEX) – el 20 de enero de 2012 – A Cándido Figueredo, corresponsal del diario ABC Color en Amambay (norte), departamento fronterizo con Brasil, le informaron que era blanco de narcotraficantes – muy presentes en esta región de cultura de la droga – que planeaban asesinarlo. Agentes del Grupo de Actuación Especial de Represión al Crimen Organizado de Campo Grande, capital del Estado de Mato Grosso do Sul (Brasil), alertaron al periodista.
«Reporteros sin Fronteras estuvo en contacto con Cándido Figueredo durante una misión que realizó recientemente, en 2011, en Paraguay. Este periodista se ha convertido en uno de los mayores especialistas en el tema del narcotráfico, lo que lo expone, obviamente, a grandes riesgos. Reporteros sin Fronteras desea acceder a la petición del periodista de dejar su región, y quizá su país, durante un tiempo. Este exilio no eximiría en ningún caso a las autoridades, tanto paraguayas como brasileñas, de identificar lo más rápido posible a los autores de este plan de asesinato”, declaró la organización.
Actualmente los servicios de inteligencia brasileños intentan ubicar e identificar al autor de una llamada telefónica interceptada, gracias a la cual fue descubierto el plan de asesinar al periodista. Figueredo confirmó que no caben muchas dudas respecto al origen de las amenazas ya que ha dado cuenta en el periódico donde colabora de la destrucción de pistas clandestinas que eran usadas para el tráfico de mariguana y cocaína con destino a Brasil y Bolivia.
Tras dos ataques a su domicilio, Figueredo ya no circula sin escolta armada. “Con las advertencias de la policía brasileña mis guardaespaldas se han vuelto más atentos y nosotros, mi mujer y yo, limitamos lo más posible nuestras salidas de la redacción”, explicó a Reporteros sin Fronteras. Las medidas de seguridad son necesarias, pero insuficientes, según el periodista, que desea dejar Amambay por un tiempo y protegerse en el extranjero.