Un corresponsal de la emisora radial HRN denunció que es víctima de persecución e intimidación por desconocidos que fuertemente armados vigilan su vivienda.
(C-LIBRE/IFEX) – Alan Adalis Martínez Sánchez, un corresponsal de la emisora radial HRN, en el municipio de Sabá, en Colón, en la costa atlántica de Honduras, denunció el 19 de junio de 2009 que es víctima de persecución e intimidación por desconocidos que fuertemente armados han vigilado su vivienda por más de dos semanas.
El comunicador social aseguró al Comité por la Libre Expresión (C-Libre) que los desconocidos, todos del sexo masculino, vigilan sus movimientos desde un vehículo que estacionan cada noche frente a su vivienda aproximadamente después de las 8:00 de la noche (hora local).
Martínez Sánchez afirmó que tiene sospechas que la amenaza pueda venir a causa de su apoyo y asesoramiento a campesinos afectados por el químico agrícola Nemagón que se aplicaba en las plantaciones de banano de la zona por la empresa Standard Fruit Company.
«No quisiera poner en tela de juicio ese caso, pero es de donde más sospecho, pues he exigido públicamente a través de mi programa radial ‘Libre Expresión’ de la emisora Estereo Alegre de la comunidad, la pronta indemnización de los derechos a los campesinos afectados», comentó Martínez Sánchez, detallando que en el 2003 realizó viajes a Costa Rica para investigar a profundizar el caso.
El veneno Nemagón era utilizado por las compañías trasnacionales bananeras en la décadas del 70 y del 80 y ha sido señalado por los campesinos afectados como el responsable de provocar varios padecimientos, incluidos problemas psicológicos y esterilidad.
El comunicador afirmó que, a pesar de haberse percatado de la constante presencia de los desconocidos, no le dio importancia hasta el 19 de junio cuando, a eso de las 7:00 de la noche, uno de tres individuos que acostumbran a vigilar su casa llegó a bordo de otro automotor y, con un arma en mano, se dirigió a su inmueble cuando su cuñada Walquen Banegas y su esposa Derlin Yesenia Banegas se aprestaban a ingresar a la vivienda.
Dijo que su cónyuge, al ver el arma, corrió hacia la entrada de su casa mientras, sin mediar palabras, el desconocido encañonó a su cuñada en señal de intimidación. Luego se fue hasta donde estaban sus compañeros y se fueron del lugar.
«Esos hombres no dijeron nada a mi familia, pero temo por mi vida», dijo Martínez Sánchez varias veces en tono nervioso. Los niveles de inseguridad en la zona son altos debido a la presencia de organizaciones dedicadas al trasiego de narcotráfico procedente de Sudamérica y la poca presencia policial.
Martínez Sánchez, que es corresponsal de HRN desde 1997, confirmó que debido a las amenazas ha decidido abandonar la zona, pero que debido a la limitación económica se ve obligado a permanecer ahí.
Esta amenaza se suma a una serie de agresiones e intimidaciones que han sufrido varios periodistas en 2009. Ejemplo de estos ataques se registra el asesinato, aún no esclarecido claramente, de dos periodistas y el secuestro de otros dos.
Por su parte, el coordinador nacional de HRN, Juan Carlos Barahona, manifestó que acudirán al Colegio de Periodistas de Honduras para demandar se le brinde protección al comunicador afectado.