(FLIP/IFEX) – El editor fotográfico del diario «El Heraldo» de Barranquilla, Jairo Buitrago, fue agredido el 20 de mayo 2008 por agentes de la policía al negarse a entregar las fotos que había tomado en una audiencia pública de formulación de cargos en el Centro Cívico de esta ciudad. Los hechos ocurrieron en presencia de […]
(FLIP/IFEX) – El editor fotográfico del diario «El Heraldo» de Barranquilla, Jairo Buitrago, fue agredido el 20 de mayo 2008 por agentes de la policía al negarse a entregar las fotos que había tomado en una audiencia pública de formulación de cargos en el Centro Cívico de esta ciudad. Los hechos ocurrieron en presencia de varios testigos.
Buitrago, de 60 años, resultó con lesiones en las muñecas al ser llevado con esposas a la estación de policía ubicada en el edificio de la Alcaldía, tras ser paseado por una calle céntrica de la ciudad.
Según el editor de información local de «El Heraldo», José Granados, hasta el mediodía del 20 de mayo la comandancia de la policía no había entregado información que explicara la reacción de sus agentes en la audiencia judicial. Por el contrario, uno de los oficiales en el lugar de los hechos manifestó que el fotógrafo había ido voluntariamente hasta la estación.
Buitrago se encontraba acompañado por la redactora Rosa Herrera, a quien los miembros del poder judicial y la propia policía sí le permitieron tomar apuntes, al igual que a los representantes de otros medios, quienes, incluso, tomaron imágenes y fotos. «En ningún momento la juez me prohibió tomar fotos», indicó Buitrago.
La audiencia pública estaba relacionada con el caso de una mujer que, en abril, atropelló con su vehículo a tres personas que iban en una moto. Dos de ellas murieron en el accidente. La noticia, de especial interés en Barranquilla, generó que la Alcaldía prohibiera inmediatamente que menores de 16 años y mujeres embarazadas se transportaran en motocicletas. La decisión ocasionó protestas por parte de los conductores de motos, especialmente los moto-taxistas.
La FLIP manifiesta su preocupación por la actuación de los agentes de la Policía, quienes desconocieron que en el nuevo sistema penal acusatorio la publicidad es la regla. No se podrá denegar el acceso a nadie a las audiencias que se desarrollen sin decisión judicial previa.
Mediante decisión judicial previa, el juez podrá restringir la publicidad de los procesos cuando considere que se pone en peligro a las víctimas, testigos o peritos que intervienen en el proceso; se afecta la seguridad nacional; se expone a los menores de edad; se menoscaba el derecho del acusado a un juicio justo o se compromete seriamente la investigación; principalmente. Pero en ningún caso un agente de la policía podrá decidir arbitrariamente que un periodista debe retirarse de una audiencia o, peor aún, conminarlo a borrar un registro fotográfico.