(IPYS/IFEX) – El 1 de septiembre de 2004, la periodista Jenny Velasco fue detenida por efectivos de la militarizada Guardia Nacional (GN) durante el ejercicio de sus labores profesionales en el estado de Falcón, situado al occidente del país. La periodista se encontraba cubriendo el desalojo de los habitantes de una vivienda en la urbanización […]
(IPYS/IFEX) – El 1 de septiembre de 2004, la periodista Jenny Velasco fue detenida por efectivos de la militarizada Guardia Nacional (GN) durante el ejercicio de sus labores profesionales en el estado de Falcón, situado al occidente del país.
La periodista se encontraba cubriendo el desalojo de los habitantes de una vivienda en la urbanización Los Semerucos, lugar donde viven los trabajadores de la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y sus familias.
Velasco, corresponsal en Falcón de Unión Radio Noticias y del canal de televisión local Falconia, es residente también de la mencionada urbanización, motivo por el cual fue advertida por un vecino sobre la presencia de efectivos de la GN en las inmediaciones. Ante esta situación, la periodista fue a cubrir el hecho.
Al llegar, Velasco comprobó que los guardias estaban desalojando la vivienda de David Nieves. La reportera se identificó y preguntó a los uniformados si podía realizar su trabajo. Como la respuesta fue positiva, ella empezó a tomar fotografías del suceso. Sin embargo, fue detenida minutos más tarde por los efectivos de la GN bajo el cargo de haber violado el cordón de «seguridad militar» establecido alrededor de la vivienda de Nieves.
Velasco señaló que después de haber tomado unas cuantas fotos, un mayor de la GN ordenó su detención y la confiscación de su grabador y su cámara fotográfica. «Bueno ya está bien, deténganme a la muchachita esta», dijo el oficial de la GN, según señaló Velasco al IPYS.
A la periodista le fue imposible identificar a los guardias pues «los nuevos uniformes no dejan ver el nombre de los efectivos», según dijo. La subieron a un vehículo y la trasladaron a la comandancia de la 44º brigada, 2º destacamento de la GN.
Una vez en la sede militar, le levantaron un acta. Luego le permitieron realizar una serie de llamadas telefónicas. Velasco se comunicó con sus abogados y con los principales medios de comunicación. Dos horas después, la periodista fue liberada y todos sus equipos devueltos. Ninguna de las fotos fue dañada o borrada por los militares.