De acuerdo a medios locales, Manuel Guillermo Mejía, director de Peravia Noticias, había reportado que varias empresas pertenecientes a Ramón de los Santos estaban bloqueando las aceras en la localidad de Baní, al sur de la República Dominicana, lo que presuntamente incitó una agresión en contra de Mejía.
(IPI/IFEX) – Viena, 9 de noviembre de 2012 – El Instituto Internacional de la Prensa (IPI por sus siglas en inglés) ha condenado la agresión física sufrida por un periodista dominicano a manos de un empresario, cuyas actividades habían sido criticadas por el periodista.
De acuerdo a medios locales, Manuel Guillermo Mejía, director de Peravia Noticias, había reportado que varias empresas pertenecientes a Ramón de los Santos estaban bloqueando las aceras en la localidad de Baní, al sur de la República Dominicana, lo que presuntamente incitó la agresión en contra de Mejía el pasado 4 de noviembre.
En una declaración publicada el día martes 6 de noviembre, el Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) denunció que el incidente era «una agresión al periodismo nacional». El CDP también dijo que apoya la querella formal hecha por Mejía en contra de De los Santos, quien también es abogado.
La directora ejecutiva del IPI, Alison Bethel McKenzie, dijo que «el IPI se une al CDP en su preocupación por el ataque en contra de Manuel Guillermo Mejía, el cual parece estar motivado por su labor periodística. Instamos al sistema de justicia dominicano a que asegure que los ataques a periodistas, los cuales amenazan el derecho a la información de una sociedad, no queden impunes».
El IPI visitó la República Dominicana en junio de este año para abogar por la derogación de las leyes que penalizan la difamación en el país, que han sido usadas dos veces tan sólo en este año para sentenciar dos periodistas a prisión. En octubre, el IPI publicó un informe que resalta el compromiso del gobierno dominicano para la revisión de dichas leyes. Sin embargo, el informe también resaltó otras áreas de preocupación, como la presión ejercida a medios independientes por parte de representantes públicos y la cada vez más tenue división entre política y periodismo.