Un periodista de la radio comunitaria La Tribu fue herido por dos balas de goma en la frente mientras realizaba la cobertura el desalojo de un centro cultural en Buenos Aires.
(AMARC/IFEX) – Rolando Aparicio, periodista de la radio comunitaria La Tribu, resultó herido por dos balas de goma en la frente mientras realizaba la cobertura de la represión y el posterior desalojo del Centro Cultural ubicado en el barrio de Almagro, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Aparicio integra el equipo de producción independiente del programa «Grabado» y se había acercado al lugar para documentar los hechos, ocurridos en la mañana del 12 de agosto de 2009. En el momento de la agresión se encontraba transmitiendo en directo al aire de la emisora.
Al comenzar la represión tomó distancia del cerco policial y se ubicó a más de 25 metros para continuar con el relato en vivo, afirman desde la emisora. En ese momento fue alcanzado por dos balas de goma a tres centímetros de su ojo derecho. Minutos después fue trasladado en una ambulancia del Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME) hasta la guardia del Hospital General de Agudos «Carlos G. Durand», donde recibió atención médica.
La radio comunitaria La Tribu ha manifestado que este hecho se suma a la agresión y detención sufrida por el periodista Gustavo «Mingo» Minián cuando realizaba una cobertura de una persecución policial contra manifestantes ocurrida el 19 de mayo, también en el barrio de Almagro, donde numerosas personas se manifestaban para reclamar la reapertura de un espacio cultural recuperado por vecinos y desalojado violentamente.
Minián fue detenido por parte de uniformados de la Policía Federal Argentina a primeras horas de la tarde sin mediar explicaciones y pese a haber manifestado que se encontraba desarrollando tareas periodísticas. Quedó alojado en la Comisaría No. 11 hasta entrada la noche.
La Tribu ha hecho público un comunicado donde «denuncia y rechaza enfáticamente estos ataques a la Libertad de Expresión que por reiterativos se convierten en sistemáticos, y repudiar además el ataque perpetrado contra los espacios culturales que los grupos de vecinos y vecinas de la ciudad gestionan de manera colectiva para cubrir las necesidades que los Gobiernos desatienden».