(RSF/IFEX) – Armando Betancourt, de 45 años, colaborador del sitio Nueva Prensa Cubana y fundador de la revista clandestina «El Camagüeyano», ya ha cumplido un año de cárcel sin sentencia. El periodista fue detenido por la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) el 23 de mayo de 2006, en Camagüey (Centro). RSF pide su libertad. «El único […]
(RSF/IFEX) – Armando Betancourt, de 45 años, colaborador del sitio Nueva Prensa Cubana y fundador de la revista clandestina «El Camagüeyano», ya ha cumplido un año de cárcel sin sentencia. El periodista fue detenido por la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) el 23 de mayo de 2006, en Camagüey (Centro). RSF pide su libertad.
«El único error de Armando Betancourt fue ejercer su profesión de periodista. No existe ningún motivo serio que justifique su detención, y los propios magistrados admiten que hay contradicciones en los testimonios que rodean las circunstancias de su detención. La duda, y la falta de cargos, deberían beneficiar al acusado. Armando Betancourt tiene que recuperar la libertad», ha declarado RSF.
El 23 de mayo de 2006, la policía intento expulsar a algunas familias que habían ocupado un vertedero en Camagüey. Armando Betancourt acudió al lugar para cubrir el acontecimiento. El periodista empezó a preguntar a las personas presentes, que protestaban por el brutal carácter de la intervención policial. Unos agentes de la PNR le ordenaron que se identificara, y le detuvieron cuando dijo que era un periodista independiente. El 29 de mayo Armando Betancourt fue trasladado a la tercera unidad de la PNR de Camagüey, sometido a aislamiento y después encarcelado, el 6 de junio de 2006, en la cárcel Cerámica Roja, de la misma ciudad.
El 8 de febrero de 2007, el periodista, acusado de «alterar el orden público», compareció ante el tribunal municipal de Camagüey (Centro). Inmediatamente el juicio quedó aplazado porque los magistrados consideraron «contradictorias» las declaraciones de algunos testigos y agentes de la Seguridad del Estado (policía política).
Cuba sigue siendo la segunda mayor cárcel del mundo para los periodistas con 25 encarcelados, 20 de los cuales están internados desde la «primavera negra» de marzo de 2003 y condenados a penas que van de 14 a 27 años de cárcel. De los cinco periodistas detenidos después, a dos no le han juzgado y a tres les han condenado a penas de tres y cuatro años de cárcel.