(SIP/IFEX) – Lo que sigue es un comunicado de prensa de la SIP, con fecha del 23 de enero de 2004: Cuba: Periodista inicia huelga de hambre SIP condena continuas violaciones a los derechos humanos Miami (23 de enero del 2004) – La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) responsabilizó al gobierno de Cuba por la […]
(SIP/IFEX) – Lo que sigue es un comunicado de prensa de la SIP, con fecha del 23 de enero de 2004:
Cuba: Periodista inicia huelga de hambre
SIP condena continuas violaciones a los derechos humanos
Miami (23 de enero del 2004) – La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) responsabilizó al gobierno de Cuba por la salud del periodista independiente Léster Téllez Castro, quien inició una huelga de hambre en protesta por su encarcelamiento hace cerca de dos años sin haber sido juzgado.
Téllez Castro, director de la Agencia de Prensa Libre Avileña (APLA), encarcelado desde el 4 de marzo del 2002 en la prisión del Departamento de Operaciones de la Seguridad del Estado, en la central provincia de Ciego de Avila, «se encuentra desde el pasado 12 de enero en huelga de hambre», informó a la SIP, vía telefónica, el corresponsal de Cuba Press en Ciego de Avila, Jesús Alvarez Castillo.
El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, Rafael Molina, destacó que «con total impunidad de sus acciones, Cuba sigue violando preceptos internacionales sobre derechos humanos sin importarle las consecuencias. Condenamos enérgicamente esta actitud de indiferencia y falta de respeto del gobierno».
De acuerdo con la información recibida desde Cuba, Téllez Castro, de 28 años, dijo a su madre, Ildelisa Castro Campo, que adoptaba esta posición hasta tanto sea liberado o le celebren el juicio. El periodista está acusado por presuntos delitos de escándalo público, desobediencia, resistencia y desacato a la figura del gobernante cubano.
Otros de los 32 periodistas independientes encarcelados en Cuba, así como disidentes políticos, han recurrido en los últimos meses a la huelga de hambre para llamar la atención internacional y de las autoridades cubanas sobre las deplorables condiciones higiénicas, las agresiones sufridas a manos de presos comunes y de los deficientes servicios de salud para los condenados, algunos de los cuales padecen enfermedades crónicas.
Molina agregó que «no solo vemos como las autoridades intentan doblegar a los periodistas encarcelados por ejercer su derechos a la libertad de expresión, sino que también condena y mancilla los derechos de la población en general al imponer medidas como las recientes restricciones al ya limitado acceso al Internet».