Christian Zurita, quien afronta un juicio por daño moral por la coautoría de un libro, fue presuntamente drogado con una sustancia conocida como escopolamina.
(Fundamedios/IFEX) – el 12 de noviembre de 2011 – El 10 de noviembre de 2011, el periodista Christian Zurita fue presuntamente drogado con una sustancia conocida como escopolamina. Este alcaloide, que se deriva de plantas de la familia de solanáceas, hace que la persona pierda el conocimiento y la voluntad de sus acciones y normalmente es utilizada por delincuentes para robar a sus víctimas. Sin embargo, las pertenencias de Zurita estaban intactas.
El periodista narró que desde muy temprano estaba realizando unos trámites en el edificio del seguro social y que tuvo conciencia de todo hasta las 10 de la mañana. Sin embargo, los recuerdos de las horas posteriores son muy confusos.
Zurita, quien actualmente labora en el diario «El Universo» y afronta un juicio por daño moral con el presidente Rafael Correa por la coautoría del libro «El Gran Hermano», dijo que lo único que recuerda es que se acercó a una de las cabinas de Internet sobre las 10:30 de la mañana y luego sintió mareos y confusión. También comentó que un individuo le inducía a algo y que, de los USD300 que tenía en sus manos, se percató después que le quedaban USD250, pero sus demás pertenencias estaban intactas. Comprobó que tampoco había realizado ninguna transacción en los bancos.
«Entiendo que fui conduciendo hasta el diario sobre las 13:00, pero no sé ni cómo llegué hasta ahí. Solo sé que una vez dentro del estacionamiento me he quedado dormido y mis compañeros me encontraron sobre las 18:00, y me llevaron a casa y luego al hospital», dijo Zurita.
El periodista permaneció unas horas bajo observación en el hospital Voz Andes de Quito y, tras realizarle unas pruebas, no encontraron rastro de otros narcóticos. «Me dijeron que lo más seguro es que se trató de escopolamina, por la forma en cómo pasó todo, pero lamentablemente no se pudo confirmar porque en ese hospital no podían hacerme la prueba de esa sustancia específica».
Semanas atrás el periodista Juan Carlos Calderón, el otro autor del libro «El Gran Hermano», recibió amenazas telefónicas de un desconocido quien le dijo que «ponga las barbas en remojo porque él sería el siguiente». Ambos periodistas acudieron el 25 de octubre hasta Washington DC, en calidad de víctimas, para denunciar su situación en la audiencia sobre la Situación de Libertad de Expresión en Ecuador, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Directivos de Fundamedios, también peticionarios ante la CIDH, han recibido amenazas contra su integridad, ante lo cual el Estado habría ordenado que se refuerce su seguridad. El Gobierno, a través del Subsecretario de Seguridad, Leonardo Berrezueta, el Director de Inteligencia de la Policía, General Luis Tamayom, y el Secretario de Comunicación, Fernando Alvarado, dio a conocer esta medida el 11 de noviembre.
Fundamedios agradece al Gobierno nacional este acto, pero deplora que se haya destacado esta noticia sin previo aviso a los afectados. Consideramos que todo asunto relacionado con la integridad personal debería ser tratado de forma seria y reservada por el Gobierno y no darle una entonación política. Con el uso del tema se desvaloriza cualquier medida de protección que se haya querido establecer por parte del Estado.
También, señalamos que las amenazas han sido reportadas a la CIDH dado que son violatorias del artículo 63 de su reglamento al haber sido desatadas por la serie de cadenas nacionales que el Gobierno ecuatoriano ordenó en represalia por la comparecencia de Fundamedios ante el seno del más alto organismo de protección de derechos humanos que tiene el continente.